Presume el Presidente por Twitter la victoria de su equipo sobre la novena del IMSS por 4 carreras a 2 y difunde video.
Mientras el Episcopado mexicano exige al gobierno replantear la estrategia de seguridad, pues “la actual ha fracasado” y describe una situación “que ya es intolerable”.
STAFF/LIBRE EN EL SUR
Mientras México ardía de indignación por el asesinato de dos sacerdotes jesuitas en la sierra Tarahumara de Chihuahua y el Episcopado Mexicano describía un país “salpicando sangre” de tantos muertos y desaparecidos y denunciaba una situación de inseguridad que ya es intolerable, el presidente Andrés Manuel López Obrador se fue a jugar un partido de beisbol.
Más tarde, el mandatario presumió a través de su cuenta de Twitter la victoria de su equipo Amigos, sobre la novena del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por cuatro carreras a dos.
“Le ganamos 4 a 2 al equipo del IMSS aunque nos metieron algunos ‘cachirules’ de menos de 60 y se reforzaron con Chito Ríos, el pitcher de más ponches en la historia del béisbol del país y con Vinny Castilla, el bateador mexicano con más home runs en las Grandes Ligas”, publicó jocoso este jueves el mandatario mexicano.
Asimismo, difundió un video de 2:41 minutos en el que se le ve con un uniforme verde y blanco que dice “México” cubriendo la primera base y pateando un par de veces.
A esa hora, a nombre de la Conferencia del Episcopado Mexicano, el secretario general y obispo de Cuernavaca Ramón Castro Castro denunciaba que “esta realidad de violencia nos golpea; nuestro México está salpicando sangre de tantos muertos y desaparecidos, entre ellos 27 sacerdotes, incluido los padres jesuitas que han sido asesinados por el crimen organizado, identificándose así, con los miles de víctimas de nuestro pueblo que han tenido este fin”.
El prelado recalcó que “es responsabilidad” de las autoridades que nos gobiernan de todos los niveles, “procurar la justicia y favorecer la paz y la concordia en la convivencia social”.
Luego de criticar la “impunidad que impera en todo el país”, el prelado subrayó que el clima de inseguridad y violencia no cesa en México.
Los obispos mexicanos exigieron a las autoridades federales y locales replantear la estrategia de seguridad, pues “la actual ha fracasado”.
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