ADRIANA RODRÍGUEZ
Con la bandera a media asta y una plaza completamente llena se conmemoró medio siglo de la matanza de Tlatelolco a la que le siguió una nota en los medios destacando que habría día soleado.
La memoria. Foto: Cuartoscuro.
Hoy hace 50 años se perpetuo un genocidio y hasta ahora seguimos sin castigar a ningún culpable, por eso hoy exigimos justicia”, dijo Félix Hernández, sobreviviente del 68 al hacer uso del templete colocado frente a Palacio Nacional.
Después vino un minuto de silencio en memoria de los estudiantes fallecidos seguido de un pase de lista de más de 30 víctimas. Fue entonces cuando los activistas que estaban en el templete alzaron la mano con la señal de la “V” de la victoria y a ellos se unieron el resto de los asistentes.
“2 de octubre no se olvida es de lucha combativa!” y “Nunca más” gritaban al unísono las personas que se dieron cita en el Zócalo capitalino para exigir justicia.
Personas mayores, estudiantes, familias con niños pequeños se reunieron en paz hasta que grupos de los denominados anarquistas comenzaron a realizar pintas, saqueos y agresiones contra dueños de comercios y medios de comunicación.
Estos jóvenes con el rostro encapuchado arrojaron piedras y petardos para romper los vidrios de los paradores de avenida 5 de Mayo, donde interrumpieron la manifestación lanzando petardos hasta llegar a la Plaza de la Constitución.
Frases como “Fuera porros de la UNAM” y “No violencia” se escucharon ante la acción de los encapuchados. A pesar de las acciones de los anarquistas, la jornada concluyó sin mayores incidentes.
“Nuestra lucha no claudicará jamás. ¡Venceremos! 50 años de impunidad” se lee en un antimonumento instalado en la plancha del Zócalo. El cual se pidió no fuera retirado, para lo cual se solicitó a los presentes colaborar con su firma para la plataforma change.org
Durante un performance realizado por el Comité 68 en la plancha del Zócalo, se prendió fuego a una imagen.
El Himno Nacional Mexicano se escuchó al finalizar la jornada. “Ni perdón, ni olvido, castigo a los asesinos” fue el reclamo de los asistentes.
La marcha estuvo vigilada por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno de la Ciudad de México, el cual reportó la presencia de 90 mil personas además de saldo blanco.
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