STAFF / LIBRE EN EL SUR
En concordancia con la opinión de niñas, niños y adolescentes de Ciudad de México, en la alcaldía Benito Juárez seis de cada 10 pequeños manifestaron su deseo de volver a clases presenciales, lo que ha ocurrido de manera formal desde el pasado lunes 30 de octubre. El dato sobresaliente en esta demarcación es que lo que motiva para el regreso a más de la mitad de ellos es estar con sus amigas y amigos, de acuerdo con los resultados de la consulta “Caminito de la escuela”, realizada por la Comisión de Derechos Humanos de Ciudad de México (CDHCM).
Esa opinión de los menores de edad abona a los argumentos esgrimidos por la propia CDHCH para defender el retorno a las clases presenciales: “Respecto del valor de la función social de la escuela, que es reconocido por niñas, niños y adolescentes en sus opiniones, cabe insistir en que aquello que más quieren es jugar con sus amistades, lo que no deja duda sobre las dimensiones adicionales que aporta la escuela y que no son valoradas de manera suficiente por el mundo adulto desde el reconocimiento de su contribución al desarrollo humano”.
Y es que, indica el organismo, “el ejercicio participativo motivado por la consulta #CaminitodelaEscuela da cuenta de algo fundamental: la voz de las y los niños respecto del regreso a clases va en sentido opuesto a la voz del mundo adulto. Los primeros se pronuncian por regresar a las aulas y en la misma proporción los segundos se oponen a ello”.
“Caminito de la escuela” se llevó a cabo en todo el país. Pero en la alcaldía Benito Juárez fueron consultadas 390 personas entre cinco y 17 años de edad 57.44% niñas, 37.69% niños y 2.56% que manifestó ser de otro género.
Seguido del deseo de jugar con sus amigas y amigos, los pequeños juarenses quieren reunirse con sus maestros y sortear el encierro. “Debe alertarse sobre el hecho de que quienes manifiestan sentirse tristes por disminuir el uso de pantallas con motivo de un regreso a las clases presenciales son también quienes no quieren regresar a clases”, advierte la CDHCM.
Entre los alumnos participantes en la consulta, 44.4% afirmó que nada les haría sentir tristes de volver a la escuela. Los que señalaron alguna cuestión refirieron salir de casa, no aprender lo que se les enseña, dejar de usar la computadora como sus fuentes de tristeza.
Los grupos de consulta abierta también permitieron confirmar que los niños y adolescentes conocen los riesgos que puede traer asistir a la escuela, pues expresan que será diferente este regreso presencial, enfatizando que los espacios donde anteriormente convivían en grupos ahora deberán ser distintos, ya sea con recreos escalonados u homenajes y fiestas cívicas donde no esté toda la comunidad escolar. “Es decir que este grupo es un grupo responsable consigo mismo y con su grupo de pares en lo que se refiere a su salud y en prevenir los riesgos de contagios, pues destacan el uso de cubrebocas, la sana distancia y los saludos diferentes que eviten el contacto físico con la intención de continuar con sus actividades; sin embargo, expresan cierta melancolía porque las cosas ya sean como antes”, sostiene la CDHCM.
“Por ello –abunda—, es imperativo desarrollar estrategias seguras para el regreso a clases resignificando el espacio escolar como un lugar donde niñas, niños, niñes y adolescentes convivan y se desarrollen conociendo sus derechos y sus potencialidades y ejerciendo su libertad personal; además, es el espacio donde aprenden sobre el manejo o gestión de sus emociones ante situaciones de emergencia o cambiantes, como lo es el contexto actual”.
En el comienzo de la pandemia, en marzo de 2020, la medida del encierro afectó a 67 014 estudiantes inscritos para el ciclo escolar 2020- 2021 en la alcaldía Benito Juárez, lo que representa 3.4% del alumnado de la Ciudad de México; 443 escuelas (5.5% de las de la Ciudad de México); y 4 758 docentes (4.3% del personal docente capitalino).
La mitad de los pequeños encuestados indicó como su mayor preocupación que las personas que estén en la escuela no usen cubrebocas; su siguiente preocupación es la posibilidad de que algún integrante de su familia o ellos mismos se enfermen de coronavirus. La tercera la constituye que vuelvan a cerrar la escuela, y finalmente agregaron que no les dejen juntarse o abrazar a sus amigas y amigos. A las niñas y los niños de preescolar y primaria les preocupa más la posibilidad de contraer COVID-19 que a las y los adolescentes de secundaria y media superior, mientras que a estos últimos que las personas no usen cubrebocas
En cuanto al nivel educativo, son las niñas y los niños de cinco años quienes refieren tener más ganas de regresar a clases presenciales, seguidos por los que cursan primaria y secundaria; mientras que los que están en educación media superior lo consideran en una proporción ligeramente inferior, en una tendencia igual a la manifestada a nivel de Ciudad de México.
La Comisión de Derechos Humanos recuerda que en el caso de la alcaldía BJ, durante el periodo de pandemia, se mantuvo el programa Estancias infantiles para el desarrollo integral de la niñez, en razón de la emergencia sanitaria por el COVID-19, a partir de la cual se declaró que se continuaría brindando los apoyos económicos correspondientes mientras permaneciera vigente la contingencia.
“También se han realizado intervenciones indirectas mediante programas o acciones que, si bien no están dirigidas a la población infantil y adolescente, coadyuvan a generar condiciones menos adversas para las y los adultos cuidadores y las familias en general, lo cual tiene repercusiones positivas en el bienestar de las niñas, niños, y adolescentes”, reconoce el organismo.
comentarios