STAFF / LIBRE EN EL SUR
La vocación política para Julieta Macías Rábago, candidata de Movimiento Ciudadano a diputada local por el distrito 26, que comparten fracciones de las alcaldías BJ y Coyoacán, está centrada en ir “de la mano de la gente”. Trátese –dice— de “personas expertas, de la Academia, representantes de organizaciones sociales o simplemente ciudadanas o ciudadanos que tienen algún interés particular en modificar para mejorar las leyes o políticas públicas e incluso demandar que las autoridades cumplan con sus responsabilidades”.
“Estoy convencida –comenta la actual diputada federal por dicho partido— de que la ciudadanía es la que tiene el verdadero sentir de lo que se debe corregir”.
Julieta es licenciada en comunicación y cuenta con un diplomado en análisis político estratégico por el CIDE. Ocupó diversos cargos en el Gobierno de Veracruz, Aeropuertos y Servicios Auxiliares, Secretaría de Desarrollo Social y Diconsa.
A partir de 2003 se desempeñó como asesora legislativa durante la LIX y LX Legislaturas de la Cámara de Diputados, y secretaria particular del Coordinador del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano en la LXI Legislatura del Senado. Y actualmente es presidenta de la Comisión Nacional de Convenciones y Procesos Internos del MC.
Ahora busca ser diputada local, explica, “porque me interesa seguir defendiendo los derechos de todas las personas, particularmente de quienes se han visto mermados recientemente, como las mujeres que siguen sufriendo violencia y son víctimas de feminicidios, o las madres trabajadoras y sus hijos por el cierre de Estancias Infantiles, o los pueblos originarios que son afectados por desarrollos inmobiliarios que talan árboles o les quitan el agua; o se encuentran invisibilizados”.
También para defender al personal de la salud que no recibe vacunas; o los derechos de quienes no tienen voz, “como las personas no humanas, mejor conocidas como animales, porque además de estar en contra de cualquier tipo de abuso o maltrato animal, ello significa un precedente de violencia hacia la persona humana, en primer lugar en el ámbito doméstico”.
El tema del medio ambiente merece para ella especial atención, ya que –sostiene— las autoridades actuales “fomentan ecocidios como el del Humedal Xochimilco o se mantiene silente con la contaminación y consecuente daño a la salud de las y los chilangos por la Refinería de Tula, en abierta complicidad con las políticas retrógradas del gobierno federal”.
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