(Mariana Malagón) Vecinos de las colonias Florida, Actipan, Crédito Constructor y Acacias, exigieron al Gobierno de la Ciudad de México a no talar ni un árbol más en Barranca del Muerto ni en la zona del proyecto Desnivel Mixcoac-Insurgentes, pues se ha incumplido el compromiso de la Secretaria de Gobierno, Patricia Mercado, en respetar 255 árboles.
En conferencia de prensa, la arquitecta Raquel Rodríguez explicó que al final de la construcción deberán existir 648 árboles, “no pueden talar un árbol más, llevan 544 más de los autorizados y de los que se comprometió Patricia Mercado”.
De acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental para el proyecto, el total de individuos censados en el área del Deprimido Mixcoac-Insurgentes fue de mil 159 en 2014.Acorde con el recorrido que se realizó la semana pasada con personal de las Secretarías de Obras y Servicios (Sobse), de Medio Ambiente (Sedema) y la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (Paot), existen 464 árboles en pie. De los cuales, 377 elementos están considerados para derribo.
En dicho recorrido, Sobse informó que desde el inicio de la obra se han derribado 469 individuos, por tal motivo deberían existir 690 árboles en la zona del proyecto, que comprende Río Mixcoac, de Universidad a Patriotismo; Barranca del Muerto, de Circuito Interior a Minerva; Eje 8, de Insurgentes a Recreo; e Insurgentes, de Febo a Río Mixcoac.
Por su parte, el Gobierno de la Ciudad de México informó que Sedema ha plantado 354 árboles en la zona, entre jacarandas, liquidámbar, magnolias, nísperos y fresnos. Además, de los 89 trasplantes que ya se realizaron. Cabe mencionar que, con base en las modificaciones realizadas al proyecto original, en Barranca del Muerto se construirá una rampa de salida subterránea de Circuito Interior a Insurgentes, por lo que aún no se consideran el derribo de los árboles localizados de Minerva a Insurgentes.
Los vecinos inconformes aseguraron que el túnel de Barranca del Muerto “no es necesario, además no soluciona ningún problema”, exigieron que se detenga su construcción y que se espere a tener datos actuales sobre la vía.
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