La entrada en vigor de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes fue el inicio de una nueva etapa en el país en materia de infancia y adolescencia, con el Primer Encuentro de Congresos de las Entidades Federativas sobre la Armonización de dicha ley, hoy los legisladores tenemos en nuestras manos la responsabilidad de la segunda etapa.
A nosotros nos corresponderá revisar, analizar, modificar o derogar, es decir armonizar las leyes locales para adecuarlas a la Ley General que tiene como principal objetivo el interés superior de las y los menores mexicanos, y con ello homologar nuestros marcos jurídicos locales a la norma aprobada por el Congreso de la Unión, teniendo como plazo hasta el próximo 7 de junio, sin embargo en el Distrito Federal el trabajo va avanzando.
La Ley General reconoce como sujetos de derechos a las niñas, niños y adolescentes y, por primera vez, establece obligaciones específicas de los distintos actores gubernamentales y sociales y la manera coordinada en que éstos deben trabajar; el reto es avanzar y no retroceder.
Es importante resaltar que la norma pasa del asistencialismo a un enfoque garantista y de titularidad de derechos, hacer modificaciones en materia de educación, mayores facultades al DIF, legislación familiar y migración, misma que tendrá repercusión en más de dos mil 450 municipios y las 16 demarcaciones territoriales de nuestra Ciudad.
Nuestro reto es concretar la armonización legislativa nacional lo más pronto posible, impulsar una mejor calidad de vida de niñas, niños y adolescentes, de tal forma que les aseguremos todas las posibilidades para su desarrollo, pero sobre todo sus derechos.
En la Asamblea Legislativa del Distrito Federal haremos los ajustes necesarios para que el espíritu garantista y con enfoque de derechos humanos de la Ley General sea una realidad en beneficio de uno de los sectores más vulnerables, como es el de las niñas, niños y adolescentes.
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