STAFF / LIBRE EN EL SUR
A la oposición reiterada del gobierno federal a que Ciudad de México regrese en la pandemia a semáforo rojo –con el costo político y económico que le implicaría–, la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum encontró en una campaña de alerta a los capitalinos la única opción para evitarlo y de esta manera no entrar en un conflicto mayor con la Secretaría de Salud.
A través de spots y publicaciones que difunden una “¡alerta!” con la advertencia “no queremos pasar a semáforo rojo”, el gobierno de Ciudad de México, pretende efectivamente detener a través de la comunicación una situación que agudizaría primero la catástrofe sanitaria y luego la crisis económica y la consiguiente pérdida de empleos.
Con imágenes alusivas, los mensajes llaman al uso de cubrebocas, a lavarse las manos, a no reunirse en fiestas, mientras las hospitalizaciones van en aumento en la ciudad capital, lo que ha sido reconocido incluso por las autoridades sanitarias federales habituadas a aminorar el problema y que son las que mantienen una relación tensa al respecto con el gobierno de Sheinbaum, que ha sido más drástico en las medidas adoptadas.
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