Si de verdad era tan necesario que regresáramos a la escuela presencial ¿no habría sido más fácil vacunar a los adolescentes y a los niños?
POR NADIA MARENTES ROJAS / 11 años
Esta pandemia lastimó mucho el estándar que teníamos diario: levantarse, ir a la escuela, regresar a tu casa a hacer la tarea y luego dormir para hacer lo mismo al día siguiente. Esta enfermedad nos sacó de esta rutina y no fue fácil, pero ¿de verdad estábamos aprendiendo algo en clases presenciales?
Debo de ser honesta, yo nunca he aprendido algo en la escuela, todo lo que sé es gracias a los libros, los viajes, y lo que me enseña mi familia sobre la cultura y la educación, por lo que cuando nos mandaron a clases virtuales, a mí no me impactó tanto en el aspecto académico, pues yo siempre he aprendido cosas esté donde esté, pero admito que vi a varios de mis compañeros y amigos complicarse con este cambio que fue definitivamente repentino.
Confieso que no me parece el momento adecuado para habernos regresado a clases presenciales, aunque sí extrañaba muchísimo convivir con gente de mi edad y volver a ver a mis maestros, los contagios están terribles, ahora más que nunca y creo que no los están manejando bien. Si de verdad era tan necesario que regresáramos a la escuela presencial ¿no habría sido más fácil vacunar a los adolescentes y a los niños? ¿Poner más medidas de seguridad? ¿Meterle fondos al sistema educativo?
Es evidente que no es una prioridad para esta administración y por ello estamos poniendo en riesgo a todas nuestras familias, conocidos y a nosotros mismos, y las escuelas no están para nada preparadas para este sistema que llamaron “híbrido”, pues los maestros no pueden estar concentrados en dar una clase pues tienen algunos alumnos virtuales y los demás en presencial y el setenta por ciento de la clase es ver al profesor arreglar problemas con el audio, internet, etc.
Estamos yendo tres o cuatro niños por salón y francamente no creo que valga la pena, y siendo honesta veo que todos estamos aprendiendo todavía menos que antes por todo el caos que está habiendo. Es muy doloroso ver cómo llegamos hasta estas circunstancias, tanto de hablar así del sistema educativo del país como de cómo no supimos atacar esta enfermedad desde el principio, pero sería todavía más doloroso ver más muertes, más contagios, menos camas de hospital y, si es así, menos pupitres llenos en la escuela. Si de algo estoy segura, es que esta definitivamente no es la respuesta correcta hasta que se tomen otras medidas.
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