Libre en el Sur

No hay que subestimar los peligros de la ceniza del Popo

Las emisiones del Popocatépetl continuarán en los próximos meses; por ello, aseguraron especialistas, es necesario mantener medidas de prevención para evitar afectaciones a la salud

POR RAFAEL PAZ / UNAM GLOBAL    

Ante las recientes expulsiones de ceniza, gas y magma del Popocatépetl, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) tomó la decisión de cambiar el semáforo de alerta Amarillo fase 2 a Amarillo fase 3, dado que la actividad del volcán continuará en los próximos meses.

Aunque Ciudad de México no se encuentra en peligro por su lejanía con la estructura geológica, los habitantes de la zona conurbada deben implementar medidas de prevención que garanticen su salud ante la posible caída de ceniza en las próximas semanas.

“La ceniza es un material abrasivo, un silicato que tiene potasio, sodio, calcio, hierro, magnesio, entre otros elementos, es decir, muchos minerales y diferentes componentes que nos pueden irritar la piel, los ojos, incluso, gente en Metepec habla de que la cabeza le ardía”, comentó Ana Lillian Martin Del Pozzo, investigadora del Departamento de Vulcanología del Instituto de Geofísica.

“La ceniza del Popo no siempre es igual, en ocasiones tiene materiales más finos o gruesos. Los primeros pueden hacer daño a los ojos y a la nariz, entran a las vías respiratorias y a veces llegan a la parte más profunda de los pulmones y a otros órganos”, recalcó la especialista.

Por su parte, Carlos Valdés González, también especialista del Instituto de Geofísica, pidió a la población en general pensar en la ceniza no como el polvo que se genera después de quemar un papel, sino como la roca pulverizada que resultaría de golpear una piedra con un martillo.

“Una de las cosas que se está viendo es que el Popocatéptl también emite gas en conjunto con la ceniza y, a veces, se forman pequeñas vesículas en ella. En éstas se acumula un poco de gas, por eso cuando cae la ceniza en recipientes con agua, el gas se disuelve y pasa al líquido. Algunos de estos elementos, como el flúor, en bajas cantidades no ocasionan nada, pero hay que protegerse de cantidades más altas”, indicó.

Hay que seguir las indicaciones de las autoridades en cuanto al viento y la dirección en que sople; aunque Ciudad de México no se encuentra en peligro por su lejanía con la estructura geológica, los habitantes de la zona conurbada deben estar atentos en las próximas semanas

Empleo de mascarilla

Las principales medidas de prevención, subrayaron los expertos universitarios, es el uso del cubrebocas ante la posibilidad de respirar la ceniza, por lo que hay que seguir las indicaciones de las autoridades en cuanto al viento y la dirección en que sople; además, es importante utilizar la mascarilla para recogerla y evitar, dentro de lo posible, rociar agua sobre el material volcánico, ya que gracias a sus características podría formar una masa que tape los drenajes.

Otro punto relevante es barrer la ceniza de techos y tejados porque el peso podría colapsarlos. En días de posible caída, al salir a la calle es recomendable usar sombrero y lentes; no tallarse los ojos, así como tapar contenedores de agua, puertas y ventanas. Los adultos mayores y los infantes son los más vulnerables, por lo cual deben procurar no salir al exterior.

Para Carlos Valdés, otro punto importante es no manejar ni activar los limpiaparabrisas de los automóviles.

“Si ponemos a funcionar el parabrisas y echamos agua, haremos una pasta que literalmente embarrará el cristal, entorpeciendo todavía más la visibilidad. Además, el auto tiene filtros de los que sale el aire que se utiliza para la combustión y éstos se van llenando de ceniza; este polvo abrasivo también puede deteriorar otras partes, como las ruedas o el sistema de frenado, si no lo quitamos.”

Asimismo, llamó a quienes tienen planeado realizar un viaje en avión a prevenir molestias o problemas mayores ante la suspensión de vuelos por seguridad de las aeronaves y sus pasajeros.

“Lo que el Popocatépetl ha estado haciendo en estos últimos cinco días es emitir una gran cantidad de ceniza; observamos que lo ha estado haciendo por 20, 24 horas seguidas. Tengamos precaución con el manejo de la ceniza para evitar que se vaya al drenaje, porque puede dañarlo, y quedarnos sin drenaje es un gran problema”, concluyó el investigador.

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