Una nueva masacre de árboles de especies protegidas tuvo lugar en el predio ubicado en Matías Romero 1112, en plena colonia Del Valle, ante la inacción de la Delegación Benito Juárez, a pesar de que esa autoridad fue advertida de lo que ahí se pretendía desde mediados de agosto pasado; incluso se interpuso una queja ante la Procuraduría Ambiental. De esta manera el gobierno de BJ refrenda una política de tolerancia a la tala de árboles para que surjan más construcciones sin ninguna consideración ambiental, que en este caso será un edificio para 49 departamentos.
Los árboles talados de manera infame fueron dos cedros blancos muy altos y un encino, añosos y frondosos. En su artículo 15, la Ley de Salvaguarda y del Patrimonio Urbanístico del DF establece que los cedros son “monumentos urbanísticos” de la ciudad de México y que no pueden ser derribados salvo cuando constituyan un peligro inminente a la seguridad humana. Por supuesto que está prohibido tirar ese patrimonio de los habitantes capitalinos simplemente por el negocio inmobiliario.
La organización Vivan los Arboles denunció estos hechos, criticó la voracidad de constructores que bien podrían adecuar sus proyectos a los árboles y lamentó que una vez más el delegado panista Jorge Romero no defienda el medio ambiente ni ponga freno a estos abusos. Este colectivo de ambientalistas dio la alerta a través de Twitter desde el 14 de agosto del año pasado, de lo que dio cuenta Libre en el Sur. Pero la DBJ hizo “oídos sordos”.
Ahora los desarrolladores presumen sin recato que ya vendieron el 80% de los departamentos. Vecinos hicieron llegar a Libre en el Sur fotografías que dan cuenta del estado sano y vigoroso en que se encontraban los árboles, así como del predio ahora pelón. Vivan los Árboles exigió la intervención inmediata del delegado Romero para impedir que continúe la tala, ahora de jacarandas, truenos y una palma en el exterior del inmueble.
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