Libre en el Sur

Otra mega torre en Insurgentes Sur (Tlaco): 21 pisos, 11 sótanos, 139 mil metros cuadrados de obra…

Se prevén 1,312 cajones de estacionamiento y salidas vehiculares por la calle Tejocotes. Implica el retiro de 39 árboles que, se asegura, serían trasplantados.

FRANCISCO ORTIZ PARDO

En la colonia Tlacoquemécatl Del Valle, enclave del pueblo originario de San Lorenzo Xochimanca, un lugar de flores que cautivó a los franciscanos que construyeron ahí un pequeño templo en el siglo 16, será erigida una torre de 21 pisos y 11 sótanos.

En el proyecto, que ha sido dado a conocer por la empresa GMI Consulting a propósito de la consulta vecinal a la que ya se obliga por ley realizar para resolver problemas de mitigación urbana, se detalla que la construcción que se pretende consta de un total de 139,689 metros cuadrados.

Dicha obra implicará el retiro de 39 árboles sanos y otros 13 ejemplares muertos. Los primeros, se asegura, serían trasplantados.

A pesar de que en esa colonia solo están permitidos edificios de más de cuatro pisos en vías primarias, como lo es Insurgentes Sur, los desarrolladores planean poner tres salidas vehiculares y un acceso al andén de servicios por la estrecha  calle de Tejocotes, que es secundaria y tiene viviendas.

El propio plan reconoce como efectos adversos la generación de residuos que provocará el funcionamiento habitual del inmueble, destinado prinicpalmente a oficinas, además del consumo de agua en una colonia donde es habitual que escasea.

Los representantes de la obra, sin embargo, aseguran que no se usará la red de agua potable, sino que los requerimientos serán cubiertos con pipas. También habría allí mismo una planta de tratamiento de aguas residuales, que sería utilizada para el aseo y el uso de sanitarios, así como el riego de áreas verdes.

Entre los “impactos negativos” que su construcción implicaría, por otra parte, están una “afectación al confort auditivo”, “generación de residuos”, “generación de polvo y otras partículas suspendidas”.

La mega torre, denominada Insurgentes 1122, no auspicia el uso del transporte público, pues considera la construcción en sótanos de 1,312 cajones de estacionamiento.

El proyecto. Imagen: www.insurgentes1122.com.mx

El predio, próximo a la avenida General Porfirio Díaz y justo frente al Parque Hundido y a la estación del Metrobús del mismo nombre, fue ocupado durante  tres décadas por un restaurante McDonald’s, cuyo inmueble será demolido.

Los 21 pisos de la nueva edificación serán destinados a oficinas y la planta baja a locales comerciales (no se precisa qué tipo de negocios).

En el proyecto, que ha sido publicado en el sitio http://www.insurgentes1122.com.mx/, se explica que el predio tiene una extensión de 6,638 metros cuadrados. La superficie de desplante será de 3,305 metros cuadrados, equivalentes al 49.79% del terreno.

Y se presume la sustentabilidad del desarrollo con la instalación de celdas solares para el suministro de energía para el alumbrado de áreas comunes y exteriores, así como de “focos ahorradores” para las oficinas. Pero se omite la estimación del costo energético que significaría.

El 27 de diciembre de 2019, la Jefa de Gobierno, Claudia Shienbaum, publicó en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México el aviso por el que dio a conocer la exigencia de una consulta vecinal para grandes construcciones, a fin de mitigar su impacto urbano.

La consulta vecinal estaba prevista realizarse en la semana del 22 al 28 de este mes. Pero como el gobierno capitalino dispuso la cancelación de la reapertura parcial de actividades por la contingencia sanitaria, se pospuso hasta nuevo aviso.

Para llevar a cabo la consulta, los desarrolladores deben contratar “consultores independientes”, especialistas en la materia, que son supervisados directamente por la Secretaría de Medio Ambiente de Ciudad de México.

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