Libre en el Sur

Peligra icónico Paseo de las Jacarandas de Amores por construcción de un super

A pesar de exhibirse una alerta de prohibición de tala en el exterior del predio, ya fueron derribados una palma canaria y una jacaranda

Impiden vecinos la muerte de otra jacaranda; promueven ahora amparo colectivo para proteger otros 60 árboles frente a la construcción de La Comer, en la colonia Del Valle Centro.

FRANCISCO ORTIZ PARDO

Primero cercaron con listones seis decenas de árboles a las afueras del predio 1304 de Miguel Laurent, en la colonia Del Valle Centro, y colocaron en cada uno de ellos letreros viniles con el logotipo de “La Comer” en que se advierte que los ejemplares no pueden ser talados. Pero luego arremetieron contra cuatro de ellos, incluyendo una jacaranda y una palma canaria, misma especie de la que murió en el Paseo de la Reforma.

Fue un engaño.

Letrero que prohibe el derribo de una jacaranda… que ya fue derribada

Los vecinos acudieron rápidamente este domingo a impedir el derribo una jacaranda más. Obreros que trabajan en la construcción de un supermercado, en plena zona residencial y cuando cercanamente hay otras dos tiendas de la Comercial Mexicana, aseguraron contar con los permisos de la Secretaría de Medio Ambiente capitalino.

Otros 16 ejemplares fueron talados, según los dichos de los residentes, en el interior del predio, desde el que asoman grandes agujas de las grúas utilizadas en la contrucción del super.

La obra vista desde la calle Amores.

Hoy está en peligro un icónico corredor vallesino, paseo verde que en el inicio de esta primavera volvió a sorprender a transeúntes y automovilistas al teñirse de lila. Es la segunda más importante colección de jacarandas en toda la demarcación juarense, después del túnel de Concepción Beistegui, localizado en los linderos con la colonia Narvarte. La joya natural recorre toda la escuadra que compone el predio por las calles Miguel Laurent y Amores, que abarca media manzana.

Este lunes aún se podían ver los vestigios de lo que fueron la palmera y la jacaranda donde ocurrió la tala, sobre la calle Miguel Laurent. A unos metros otra palmera tiene sus hojas completamente secas. Hasta ahora 19 jacarandas –siete de ellas ubicadas del lado de la calle Amores— lucen intocadas. Hasta ahora.

Palmera con hojas secas frente a la obra.

Ni siquiera en el documento del “mecanismo de atención y seguimiento” que la tienda de autoservicio publicó en su portal www.vecinoslacomer.com, aparece autorizado por la Secretaría de Medio Ambiente capitalina el derribo de la palmera en el exterior del predio.

Sí, en cambio, y a pesar de contar con las alertas de prohibición, la empresa asegura que cuenta con el permiso para derribar tres jacarandas que están sobre la banqueta, sin especificar si se trata de las ubicadas en Miguel Laurent o en la calle Amores. Una de ellas ya fue talada.

Otros 62 ejemplares de diferentes especies en el exterior del predio aparecen como árboles que no pueden ser derribados; aunque con la desconfianza provocada por el albazo, los vecinos no saben realmente cuántos de ellos peligran.

Restos de la palma canaria derribada. A pesar de las advertencias.

Como parte de la resistencia cívica en ciernes frente a lo que consideran un “ecocidio”, los vecinos están juntando firmas para interponer un recurso de amparo colectivo para salvar los árboles. “Esto apenas comienza”, es su grito de lucha.

Lo inaudito es que ante los restos de los árboles que fueron derribados aparecen, cual si fuesen epitafios, aquellos letreros que advertían de una prohibición de ser tocados conforme a la “resolución administrativa de la Sedema DGEIRA/DEIAR/025/22: No se poda, no se derriba, no se trasplanta, no se mutila, no se desmocha, no se agrega tierra al tronco, no se agregan químicos, no se usa el tronco, para nada”.

El Paseo de las Jacarandas de Amores, vista desde la calle San Lorenzo
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