STAFF/LIBRE EN EL SUR
Pese a las reiteradas promesas de las autoridades de la alcaldía capitalina de Benito Juárez de acabar con la apropiación de espacios públicos de estacionamiento por comercios y vecinos, la práctica sigue siendo cotidiana en diversas colonias de la demarcación, como Tlacoquemécatl y Del Valle.
Un ejemplo flagrante es el de la propietaria de una estética ubicada en la calle Tejocotes número 34-B, en Tlaco (foto), que no sólo aparta lugar para su auto con garrafones, sino que ahora se hizo pintar su propio “cajón” de color amarillo, para reservar su estacionamiento exclusivo, lo cual constituye una violación adicional a la Ley de Cultura Cívica y al reglamento de Tránsito.
En esa misma calle, entre Miguel Laurent y Magnolias, puede constarse otro de los fenómenos de abuso que son comunes en la BJ: el conserje de un edificio aledaño, marcado con el número 75, “aparta” más de diez lugares todas las mañanas, para que sus clientes puedan estacionar sus vehículos al llegar a trabajar, a cambio de cuotas que van de los 20 a los 35 pesos diarios.
Esa práctica, adicional a la que ejercen también impunemente decenas de los llamados franeleros o supuestos cuidadores de autos, se repite en prácticamente todas las calles de esa colonia, ya que los conserjes de los edificios han encontrado una manera por supuesto ilegal de obtener un ingreso extra (a menudo mayor al monto de su sueldo), mediante la “venta” de espacios que obviamente no les pertenecen.
Durante un amplio recorrido, Libre en el Sur constató que la escena se repite en todas las zonas en las que abundan los edificios de oficinas y en las que no hay parquímetros, también en las colonias Narvarte, Portales, San Pedro de los Pinos, San Juan Mixcoac, Acacias, Santa Cruz Atoyac, donde se ubica la propia Alcaldía juarense.
De acuerdo con la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México, es una infracción contra la seguridad ciudadana impedir o estorbar de cualquier forma el uso de la vía pública y puede hacer acreedor al responsable a una multa de 830 a mil 509 pesos o un arresto de 13 a 24 horas. La disposición sanciona claramente la ocupación arbitraria de cajones de estacionamiento.
Sin embargo, los vecinos aseguran que esa Ley es letra muerta en Benito Juárez, pues las autoridades de la alcaldía o no atiendan las quejas ciudadanas o acuden a los lugares tarde, cuando ya la “venta” de lugares ha terminado. “Este es un negocio tempranero”, dice un vecino.
Las campañas emprendidas por la alcaldía para retirar utensilios (huacales, garrafas, tubos, cubetas, ladrillos) que se utilizan para apartar lugares en la vía pública, han resultado poco eficaces, debido a que no hay una vigilancia permanente y al poco tiempo los infractores reinciden en su abuso, además de que no se aplican las sanciones establecidas por la Ley.
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