En una carta dirigida a Ramón Díaz Jiménez, director de Desarrollo Urbano de la delegación Benito Juárez, la profesora Susana Huerta González denunció la forma en que su vivienda fue afectada por la reciente construcción de un edificio de seis niveles en una zona que tiene uso de suelo para un máximo de cuatro pisos.
“Es conveniente que la Delegación tome nota –expresa la vecina–, a fin de que no se sigan violando disposiciones de esta naturaleza, pues ello constituye una burla por parte de ese tipo de desarrollos que cada día dañan más el perfil de las colonias y las tradiciones de la ciudadanía”. La misiva lleva copia para este periódico. Aquí se reproduce textual:
Durante el año 2010, se construyó un edificio, que colinda con mi casa. A continuación describo las consecuencias de dicha construcción:
1.- Mi casa se encuentra en la calle 17 número 98, esquina con Avenida 3, en la Colonia San Pedro de los Pinos. C.P. 03800.
2.- La construcción referida, es un edificio de apartamentos de 6 niveles, con un agregado de cuartos de servicio, lo cual significa un piso más.
3.- El predio sobre el cual se levantó el edificio, es una escuadra que rodea la parte sur y poniente de mi casa, colindante en ambos lados, lo cual le proporciona al edificio un doble domicilio: por la calle 17 es el número 96 y por la avenida 3 es el número 126.
4.- La nueva construcción ha privado a mi casa completamente del sol, que anteriormente disfrutaba, lo cual ha traído notable humedad en paredes. Además redunda en perjuicio ambiental, pues la casa hoy carece de luz y tiene un clima excesivamente frio, que daña mi la salud y de mi familia. Por la colindancia de mi casa con la nueva edificación, hubo de manera permanente tiradero de mezcla y residuos propios de la construcción que dañaron mi jardín, impermeabilizante, techo de teja y pisos de patios. El ingeniero responsable, dispuso el acomodo de una lámina para separar la barda de mi casa, con la barda correspondiente al edificio; se trata de un trabajo que según mencionó era de carácter provisional, sin embargo, así ha quedado hasta el momento, sin que haya indicios de modificación alguna, lo cual daña la apariencia de los interiores.
5.- La casa ha perdido valor comercial, ya que a lo anterior se suma un movimiento de mayor intensidad en las calles circundantes, pues el edificio es de 15 departamentos.
6.- Otros daños latentes. Los departamentos presentan un frente con balcones. Por el lado de la calle 17, el balcón correspondiente al departamento del primer nivel del edificio coincide con el nivel de la puerta de la cochera de mi casa. Por la avenida 3, el balcón correspondiente al departamento del 2º. Nivel del edificio queda exactamente a la misma altura que la azotea de mi casa. Como puede observarse, mi casa queda expuesta por ambos lados para que con la mayor facilidad alguien ingrese. Según entiendo, la legislación vigente no permite que en el interior de la colonia se realicen edificaciones mayores de 4 pisos, de lo cual hicimos mención al Ingeniero, responsable de la construcción, a lo que contestó: “que eso no tenía importancia y que él sabía como tratar a las autoridades”.
Estoy convencida de que aquí se cometió un acto ilegal. Es conveniente que la Delegación tome nota, a fin de que no se sigan violando disposiciones de esta naturaleza, pues ello constituye una burla por parte de ese tipo de desarrollos que cada día dañan más el perfil de las colonias y las tradiciones de la ciudadanía.
En lo que se refiere a los daños ambientales, sus consecuencias son muy claras en la salud de las personas, por los cambios en el clima, el paisaje y el tránsito. Por un lado aumenta el número de autos y por otra parte existen mayores restricciones para estacionamiento; las grúas que retiran automóviles, constituyen un verdadero acoso. Todo redunda en una disminución de la calidad de vida. Por este conducto me permito acudir a la autoridad delegacional, para solicitar que ponga orden en este tipo de abusos. Confió en que así se haga.
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