De frente a los cochineros del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la elección de sus consejeros nacionales, el ciudadano común se pregunta si la misma situación prevalecerá en la decisión por nombrar a quien será el candidato del partido amarillo para contender por el gobierno capitalino. Las broncas con golpes, manotazos, robo de papelería, insultos y demás desmanes y desmadres de los integrantes del Sol Azteca los dejaron muy mal parados frente a sus posibles electores.
Así en este escenario cobra fuerza la posibilidad de que la capital de la república, gobernada durante 15 años por gobiernos perredistas, cambie de mandos públicos al crecer la presencia de la priísta Beatriz Paredes, quien ha alzado la mano y de inmediato las encuestas la colocaron con un 38 por ciento de las preferencias, sí las elecciones fueran en éste momento. También adquiere fuerza la versión de que ante la falta de un candidato interno del PRD, capaz de aglutinar a las diversas tribus y sea del agrado de Marcelo Ebrad y Manuel López Obrador, surja la figura de un candidato externo ciudadano con fuerza moral y calidad política, y que permita el reposicionamiento de las deterioradas y quebradas izquierdas. Se menciona con insistencia el nombre del ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente.
Cosas faltan por pasar y por ver en nuestra gran capital, eje de la política y la economía nacional, sitio donde se asientan los poderes Ejecutivo, legislativo y Judicial. La lucha por nuestra amada ciudad será dura, intensa y arrojará resultados sorpresivos, dignos del análisis. Veamos algunos hechos con respecto a la contienda por el Distrito Federal. Beatriz Paredes va sola por el partidazo y cuenta con el respaldo de todos los priístas, incluyendo a Peña Nieto y Beltrones, factores fundamentales para su posicionamiento como precandidata única. Se ha manifestado por construir un gobierno de coalición y disciplinadamente espera los tiempos y las reglas que marque el PRI, a fin de someterse a sus lineamientos, aunque se deja ver y consentir.
De entre los pronunciamientos que ha hecho la ex gobernadora de Tlaxcala llama la atención el que referente a que se apoyará en la ciudadanía, fundamentalmente en los jóvenes, quienes dijo son los que pueden definir el rumbo de la contienda. La ciudad de México goza aún del bono demográfico que implica una población mayoritariamente joven. Y son ellos, los jóvenes los que anhelan un cambio que les pueda brindar perspectivas de educación, empleo, esparcimiento, recreación y deportes. Desde luego que nuestros jóvenes no quieren ser ni nis, desean crecer, triunfar y, sobre todo, cristalizar sus sueños.
Y si de contienda hablamos y ésta fuera en estos días, las últimas encuestas señalan que Beatriz Paredes va a la cabeza con un 38 por ciento, arriba del procurador capitalino, Miguel Mancera, quien posee (sin haber alzado la mano por el PRD) un 35 por ciento de preferencias y sólo un 18 por ciento de Demetrio Sodi por el PAN, quien sí ha manifestado sus deseos de ser el bueno por el blanquiazul. Otros posibles precandidatos del PRD, por cierto en la mira del Instituto Electoral del DF por su sobre exposición, como son la diputada local Alejandra Barrales, quien ocupa el mayor número de espacios en su promoción, así como Julio César Moreno, Fernando Cuellar y Mario Delgado ni siquiera aparecen en las preferencias y las querencias de los capitalinos, pese a su constante exhibición y deseos de ser ellos quienes lleven las riendas de nuestra gran capital. Insisto la gente se pregunta y yo también: ¿cómo un partido –bien partido—que no puede garantizar ni su propio destino, puede llevar a buen puerto los sueños, realizaciones y esperanzas de millones de capitalinos?
Hoy los más visibles precandidatos del PRD en la lucha por conducir las riendas de la ciudad capital –Miguel Mancera, Alejandra Barrales y Carlos Navarrete– no garantizan la unión de los perredistas capitalinos, y por ende refrendar un gobierno de izquierda más en la gran Tenochtitlán. Al respecto, las encuestas señalan que el PRD tendrá una sensible disminución de votos y que podría perder frente al PRI delegaciones simbólicas como Milpa Alta, Cuauhtémoc, Coyoacán, Iztapalapa, Magdalena Contreras y Gustavo A. Madero. Podría, pues perder la capital y con ello su mejor posición a lo largo y ancho del país, un golpe del que no se recuperarán en mucho, mucho tiempo.
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