Libre en el Sur

Premios Oscar guardan momentos inolvidables, chuscos y sorprendentes

CLAUDIA PACHECO OCAMPO

En sus 90 ediciones los premios Oscar, máxima presea que la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas (AMPAS, por sus siglas en inglés) otorga a lo mejor del cine a nivel mundial, acumulan momentos inolvidables, chuscos y sorprendentes.

Durante esas ceremonias se han registrado un sinfín de historias sobre extravagancias en su alfombra roja, censuras, cancelaciones y bromas que año con año han marcado al esperado evento del celuloide.

La primera se llevó a cabo el 16 de mayo de 1929 en una cena en el Hotel Roosevelt de Los Ángeles. La entrada para el público costó cinco dólares y el evento duró sólo 15 minutos.

En las primeras entregas del Oscar, los conductores de la ceremonia decían: “Y el ganador es…”, pero desde 1988 los organizadores cambiaron el formato y ahora se anuncia como: “Y el Oscar es para…”

La estatuilla mide poco más de 34 centímetros de altura, pesa más de tres kilos, es de bronce y está bañada en oro de 14 quilates. Representa a un caballero con una espada, de pie, sobre un rollo de película.

Entre los directores más premiados de la historia de los Oscar se encuentran John Ford con cuatro, así como Frank Capra y William Wyler con tres. Ford nunca fue a recoger a alguno de ellos.

Uno de los recuerdos imborrables en el historial de la presea sucedió en 2001, cuando la cantautora islandesa Björk fue nominada al Oscar por Mejor Canción Original en “Bailando en la oscuridad” y acudió vestida de cisne.

Guillermo Del Toro y Alfonso Cuarón. Foto: Especial

Durante su contoneo por la alfombra roja la intérprete posó para las cámaras, se levantó el vestido y, literal, puso un huevo en el piso, lo que le valió críticas además de lo extravagante de su atuendo y su “show”.

Uno de los hechos destacados sucedió el día en que la actriz Greer Garson dio el discurso más largo de agradecimiento. Al recoger su premio por “La señora Miniver” en 1942, habló durante más de cinco minutos.

Desde entonces se han tomado medidas como que la orquesta interrumpa con música o se desaparezca el micrófono elevador.

Entre lo insólito se recuerda cuando en 2000 una remesa de 55 estatuillas fue robada de un muelle de carga semanas antes de la gala.

La mayoría fue recuperada gracias a Willie Fulgear, un ciudadano que las encontró cerca de un vertedero en el barrio coreano de Los Ángeles. Como recompensa, la Academia lo convirtió en su invitado especial a la ceremonia de ese año.

Un guión escrito en tres días por Sylvester Stallone para el filme “Rocky”, ganó los Oscar a la Mejor Película y Director en 1977.

En 2001, el presentador Steve Martin leyó una supuesta nota adjudicada al FBI, donde se decía que el actor Tom Hanks era el responsable de las amenazas de secuestro recibidas por Russell Crowe, días antes de la gala (los dos estaban nominados al Mejor Actor).

Alejandro González Iñárritu y Michael Keaton. Foto: Notimex

Hanks siguió la broma, puso cara de avergonzado y le murmuró a su esposa: “Te dije que lo iban a descubrir”.

A propósito de esto, sólo dos actores han conseguido dos premios Oscar consecutivos como Mejor Actor: Tom Hanks por “Philadelphia” (1993) y “Forrest Gump” (1994), así como Spencer Tracy por “Capitanes intrépidos” (1937) y “Forja de hombres” (1938).

En 2006 el cantautor uruguayo Jorge Drexler, nominado a Mejor Canción Original por “Al otro lado del río”, fue sustituido para su actuación por las participaciones de Antonio Banderas y Carlos Santana para interpretar el mismo tema, debido a que los organizadores consideraron que el artista aún no tenía el peso suficiente para aparecer en la importante ceremonia.

En protesta el actor mexicano Gael García, protagonista de “Diarios de motocicleta”, donde nació el tema, se negó a asistir a la ceremonia por considerar una falta de respeto hacia Drexler quien ganó en la categoría y en revancha interpretó un fragmento a capela luego de recibir el Oscar.

En el capítulo de protestas sobresalen Marlon Brando y George C. Scott. Ambos obtuvieron el Oscar al Mejor Actor, el primero por “El padrino” (1972) y el segundo por “Patton” (1970). Ninguno asistió a recoger su estatuilla.

Las mayores injusticias que se han cometido recaen en el decorador Roland Anderson (nominado 15 veces, entre ellas por “Desayuno con diamantes”, que nunca consiguió la estatuilla), también contra el compositor Alex North con 14 y el director de fotografía George Folsey con 13.

La pregunta que muchos seguidores de los ganadores se hacen cuando éstos reciben el Oscar es dónde los guardan. La mayoría los coloca en un lugar especial, aunque muchas veces también se destaca por quedar en un sitio fuera de lo común.

Gwyneth Paltrow ganó el premio en 1999 por “Shakespeare apasionado”. En aquel tiempo declaró que lo mantenía al interior de una bodega y no en su casa porque “esa cosa” le daba miedo.

Russell Crowe, Mejor Actor en 2001 por “Gladiador”, confesó que el galardón se hallaba en el gallinero de su rancho en Australia porque inspira a sus gallinas a poner huevos más grandes.

Jack Nicholson, Mejor Actor en 1976 y 1998 por “Atrapado sin salida” y “Mejor, imposible”, respectivamente; y como Actor de Reparto en 1984 por “La fuerza del cariño”, admitió que los utiliza para colgar sus sombreros.

En el baño es donde estuvieron los Oscar de Jodie Foster como Mejor Actriz en 1989 y 1992 por “Acusados” y “El silencio de los inocentes”. Tuvo que retirarlas hasta que la humedad las empezó a corroer.

Infinidad de historias se cuentan alrededor del Oscar y las que sucedan este domingo en el Dolby Theatre de Los Ángeles, California, se sumarán a la curiosa lista.

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