Lejos de cumplir sus promesas hechas hace más de 15 meses de efectuar una “restauración integral” (sic) del emblemático Parque Hundido, cuyos jardines lucen devastados y sus calzadas inundadas de lodo, intransitables, el delegado panista en Benito Juárez Jorge Romero Herrera recurre a una nueva simulación para presentar la rehabilitación parcial de la zona de juegos infantiles –que ocupa sólo una mínima parte– como un “rescate” de todo el parque y usufructuarla descaradamente en su autopromoción.
Para el efecto, se apropió de un jardín donde hizo colocar el lema de su administración (“SolucionesBJ”) formado con piedra bola en un recuadro abierto en el terraplén construido por el gobierno del Distrito Federal durante la administración del perredista Marcelo Ebrard luego de la expropiación y demolición del edificio que se pretendía construir en terrenos del propio parque, sobre el célebre lote de Millet 72. El logo, una especie de monumento, está rodeado de plantas ornamentales y protegido por ahora con cinta amarilla de protección civil de la DBJ, en espera seguramente de ser inaugurado. Ocupa un rectángulo de unos 12 metros cuadrados, lo que implicó eliminar esa misma superficie de pasto y plantas.
El colmo es que la Delegación Benito Juárez, entonces gobernada por el también panista Germán de la Garza, que ha sido solapado por sus sucesores, no tuvo ningún mérito en la demolición de la obra irregular y de la implementación de la rampa, sino todo lo contrario, cuando el gobernante azul omitió sus obligaciones de clausura del inmueble porque consideró que todo estaba “en orden”. Así que Romero pretende apropiarse sin recato alguno de un ícono vecinal para fines personales y políticos, en vez de dar solución a la demanda ciudadana de que sea demolido otro edificio en Millet 39, como lo prometió desde su campaña, justo enfrente del Parque Hundido.
El 24 de julio de 2013, Romero Herrera se comprometió ante los medios de comunicación a llevar a cabo la restauración integral del parque “Luis G. Urbina” (su nombre oficial), lo que incluía el rescate de las áreas jardinadas, la construcción de una pista de arcilla, profesional, para corredores; la restauración de las réplicas prehispánicas que conformaban una serie de circuitos educativos, la renovación del sistema hidráulico y la iluminación total del parque. A la fecha, nada de eso se ha cumplido.
Los arreglos realizados se limitan al área de juegos infantiles y aparatos de ejercicio localizada en la esquina sureste del jardín, hacia la confluencia de Insurgentes Sur y Millet. Esa área mide apenas unos tres mil 200 metros cuadrados, cuando la extensión total del Parque Hundido supera los 100 mil metros cuadrados, lo que da idea de la absoluta limitación de la zona beneficiada. Ahí se reubicaron los juegos ya existentes , se colocaron dos nuevos y se construyó una especie de vereda de grava suelta sin ninguna utilidad.
La expropiación y demolición del edificio que se construía en Millet 72 fue resultado de una larga lucha vecinas, que incluyó una serie de movilizaciones e inclusive el bloqueo de la avenida Insurgentes Sur. Cuando el GDF decidió intervenir para recobrar ese trozo del parque del que se habían apropiado particulares, los vecinos decidieron que en su lugar se construyera una rampa para facilitar el acceso a personas con capacidades diferentes. Para ello se construyó un terraplén en torno al cual baja la rampa en zig-zag, donde ahora el delegado Romero Herrera ha colocado su “altar” para autopromoverse. (Foto).
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