EMILIANO SÁENZ DE MIERA PIZA / 12 AÑOS
El COVID-19 es una enfermedad que puede llegar a ser mortal dependiendo de muchos factores, como enfermedades previas, la edad, la salud, entre otros. Contrario a la creencia popular, este no es un virus que sea 100% sintomático o asintomático, ya que puede variar. Hay muchos rumores de que este virus o esta enfermedad fue creada por el gobierno chino, lo cual es totalmente falso, al igual que los rumores de que se contagia a través de las antenas de red 5G, otro mito.
El hecho de que el virus sea altamente contagioso ha obligado a gente de todo el mundo a encerrarse y resguardarse en sus hogares, para evitar contagiarse, y correr el riesgo de llegar a perder la vida. Esto NO quiere decir que por el simple hecho de salir de casa vayas a contagiarte, no. Lo que pasa es que corres el riesgo de que una persona esté enferma de COVID-19 y al exponerte puedes tú también contraer el virus de la persona contagiada.
Esto ha forzado a lugares públicos como los bancos o museos e incluso lugares indispensables como las escuelas o las oficinas, a cerrar sus puertas y que todo aquel que trabajara allí o que visitara ese lugar, se quedara en casa resguardado.
Pero no todo es color negro, ya que después de intentar encontrar una solución a todo esto, se logró. Ahí es donde surgen las clases on-line, y el home-office, o trabajar desde casa.
Ahora toca separarnos de todo lo virtual, y también mencionar que hay gente menos afortunada que otros, y no tienen computadoras o celulares para atender a clases virtuales, al igual que hay gente que vive al día, lo que quiere decir que solo pueden sobrevivir de lo que ganan al día. Por ejemplo, mucha gente tiene que salir a vender cosas a la calle, lo cual es extremadamente triste.
Desde mi punto de vista, la pandemia tiene cosas muy malas, como el hecho de que miles de personas se estén contagiando y muchas otras también muriendo de COVID-19, o el hecho de que hay gente menos afortunada que perdió su trabajo o educación.
Pero también nos dio una muy buena lección, de que no sabemos lo que tenemos, hasta que lo perdemos. Todos aquellos que nos quejábamos de ir a la escuela, al trabajo, o a las reuniones familiares, ahora nos preocupamos de que todos estén bien, y extrañamos poder salir.
Si, las cosas pueden ser difíciles en estos tiempos, pero hay que cuidarnos e intentar ver el lado bueno de esta situación.
comentarios