TOMÁS ANTINIO MARTÍN, corresponsal.
Mérida, 5 Enero.- A lo largo de 21 años, la equinoterapia ha cambiado la vida de cientos de niños y niñas yucatecos de la mano de la asociación civil “Équre”, que durante este tiempo ha promovido el acceso a esa actividad terapéutica en la entidad.
La directora administrativa de esa asociación civil, Eugenia Barrios de Bolio, explicó en entrevista para Notimex, que el proyecto que administra nació en el año de 1997, cuando una persona llegó al Club Hípico del Sureste, ubicado en la vera de la carretera Mérida a Progreso.
“Esa persona llegó preguntando por sesiones de equinoterapia, pues le habían dicho que en ese lugar podría ser posible que las dieran”, recordó.
Ahora sí que, casualmente, poco después llegaron a ese lugar dos mujeres de origen alemán de nombre Andrea Peters y Edith Cross, quienes tenían estudios de equinoterapia y, tras conocerse del caso de la persona que acudió por ayuda, se ofrecieron a transferir sus conocimientos, añadió.
“Ellas se dedican a formar un primer grupo de terapeutas, algunas de las cuales hasta hoy forman parte de la asociación y tras la formación de ese primer grupo, llegan los primeros niños a pedir atención”, dijo.
Poco a poco fueron llegando más niños y fue necesario preparar a más gente que trabajó hasta el año 2010 en el Club Hípico, cuando éste cambia de sede y Écure se ve obligado a salirse y a buscar un nuevo espacio.
Fue entonces que los señores Juan López Rodríguez y Manuel Díaz Rubio les proporcionan el espacio que hasta ahora ocupa esa asociación civil, en la comisaría meridana de Temozón.
Hoy el sitio cuenta con el apoyo de licenciados en rehabilitación, especialistas en terapia física que complementan su preparación con estudios de equinoterapia, además de los voluntarios que son parte fundamental del trabajo de la asociación civil.
El uso terapéutico de caballos puede generar importantes mejoradas a las personas que padecen de alguna discapacidad física o intelectual y esto está directamente relacionado con la forma en cómo se desplazan los animales.
“El paso del caballo o la forma en la que camina es similar a la de los humanos, lo que sumado a la temperatura corporal que genera y transmite a quien lo monta y sus movimientos rítmicos, son capaces de generar importantes beneficios a la salud”, expuso.
Entre los beneficios más significativos es que pueden obtener un mayor equilibrio, un mejor control de su zona troncal, reducción de movimientos involuntarios e incluso puede lograr que un niño camine, siempre y cuando no tenga lesiones graves en la columna.
Según la especialista de ese centro, Claudia Weimann, las únicas contraindicaciones están relacionadas con personas que padezcan una enfermedad que genere inflamaciones o bien que la columna vertebral esté demasiado desviada.
En esos casos, la equinoterapia lejos de ayudar, puede causar más problemas, por lo que no es recomendable, precisó.
Otras condiciones como el llamado déficit de atención, el autismo, síndrome de Down, también pueden ver mejorar significativas con la terapia con caballos.
Finalmente, Barrios de Bolio destacó que una de las grandes pruebas de la funcionalidad de ese método terapéutico, serían los cientos de testimonios de los padres que han visto grandes cambios en sus hijos que con constancia y perseverancia han logrado cambiar sus vidas para bien.
La asociación opera a base de aportaciones y donativos deducibles de impuestos, así como con el apoyo de muchos voluntarios que hacen posible que personas de escasos recursos también puedan acceder a los beneficios de la equinoterapia.
NOTIMEX.
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