En insólito acto, el gobierno del panista Chrsitian von Roehrich en la Delegación Benito Juárez retiró con el apoyo de los elementos de Seguridad Pública capitalina los puestos de comercio informal que configuraban un verdadero mercado fijo en la Avenida Universidad, donde se vendían no sólo alimentos insalubres sino productos ilegales, como discos pirata.
Dichos informales fueron solapados por los dos anteriores gobiernos del albiazul en la demarcación, encabezados por Mario Palacios Acosta y Jorge Romero Herrera, respectivamente, a pesar de que estaban ubicados en las cercanías de la estación Zapata de las líneas 3 y 12 del Metro y de las insistentes exigencias de los vecinos, varias de manera formal ante la autoridad delegacional y otras muchas con denuncias multiplicadas en las redes sociales.
En los primeros minutos de este sábado, empleados de la DBJ, particularmente de Servicios Urbanos, acudieron acompañados de elementos del cuerpo de granaderos y comenzaron a retirar mercancía diversa de los armatostes, cubiertos de lonas pintadas con franjas azules, maltrechas, sucias y grafiteadas, mismos que fueron derribados finalmente por dos trascabos. El operativo duró más de siete horas.
Estos ambulantes se habían enquistado frente al complejo de las tiendas Wal-Mart y Sam’s Club de Avenida Universidad, y se atrincheraron de tal forma al amparo de las propias autoridades delegacionales que incluso había puestos con vitrinas, cual si fuesen boutiques, y hasta cafés de Internet.
Los informales eran liderados por el grupo de Guadalupe Peñaflor, que por años se ha disputado el territorio juarense con los agremiados de Esteban Oliva quien, como ha consignado Libre en el Sur, fabrica los puestos grises que Jorge Romero presentó y promovió para un nuevo “modelo” de ambulantaje.
Este operativo se deriva de las múltiples quejas ciudadanas por la invasión en vía pública, riesgos por las instalaciones eléctricas y de gas en mal estado así como rutas de evacuación inexistentes, denuncias de CFE por robo de energía eléctrica, imposibilidad de visibilidad de la cámara de seguridad, falta de higiene y denuncias ante la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México por venta de mercancía ilegal, venta de drogas y armas de fuego, entre otras.
De acuerdo con la Delegación Benito Juárez –que indicó que este tianguis de la ilegalidad permaneción durante 20 años– en el operativo del sábado 23 se levantaron 120 puestos que no contaban con permiso para ejercer esta actividad.
La Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Finanzas de la Ciudad de México incautó la mercancía de procedencia extranjera que entró de manera ilegal al país, y al no haber nadie que acreditara su origen y legalidad se inició el procedimiento administrativo en materia aduanal; en este caso si nadie acredita la propiedad y estancia legal en el país se debe destruir. Fueron cinco toneladas de mercancía extranjera las decomisadas; entre ellas se encontraban productos como discos, celulares, aparatos y accesorios para celular, tabletas, ropa nueva, tazas chinas, peluches, gorras, lentes, calzado, relojes y mochilas.
Por su parte la DBJ retiró puestos metálicos y lonas, decomisó cuatro toneladas de mercancía nacional entre utensilios, refrigeradores, tanques de gas, perecederos, accesorios para cabello, cinturones, correas y ropa para perro, libros, artículos de papelería, piercings, cosméticos y accesorios para regalos.
Foto: Twitter.
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