Libre en el Sur

Salud mental y suicidio

Recientemente escuché cómo una vecina le decía a otra que había sido muy difícil levantarse ese día, “a veces siento como si tuviera una losa encima de mí”, y las dos comenzaron a reír.

Las alteraciones de tipo emocional, cognitivo y de comportamiento, son una realidad que afecta a 1 de cada 4 personas. Dentro de ellas, existe una especialmente preocupante por sus síntomas difíciles de detectar y su rápida progresividad y que se encuentra por desgracia muy presente en nuestra sociedad: me refiero a la depresión.

La depresión aparece en cualquier momento de la vida, puede ser detonada por algún agente externo pero también puede ser de tipo fisiológico. En un estadio avanzado, puede provocar que la persona que la sufre pueda perder el interés por todo y por todos, incluso por la vida, pudiendo desatar estados prolongados de angustia y/o desesperación, que puedan orillar a alguien, incluso al suicidio. De acuerdo con proyecciones de la Organización Mundial de la Salud, para el año 2020, la depresión será una causa de incapacidad a nivel mundial.

La gravedad de ser víctima de la depresión, radica en que personas aparentemente sanas y emocionalmente equilibradas, pueden padecerla e ignorarlo. De ahí la gran importancia de convertirnos en observadores del comportamiento de nuestros seres queridos,-tanto como del de nosotros mismos, por cierto- para estar en posibilidades de brindar una atención oportuna. Lo anterior en virtud de que los estadios de tales alteraciones no solo llevan al sufrimiento a la persona que las padecen, sino que afectan a su vez a la familia y entorno. Un ejemplo muy actual y lamentable, es el que sucede con los niños que padecen depresión, pues al no entender lo que están viviendo se aíslan, pierden el apetito o lo mantienen compulsivamente, pueden tender a la agresividad, sufrir bajo rendimiento escolar, somnolencia en periodos prolongados, etc.

La conmemoración del “Día Mundial de la Salud Mental” cada 10 de octubre, es una iniciativa de la “World Federation of Mental Health” (WFMH), con el copatrocinio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha sido respaldada este año por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio. El objetivo común que se han fijado es el de sensibilizar y reducir los riesgos de la enfermedad mental y el suicidio, ya que representa uno de los problemas de salud pública más apremiantes a escala mundial debido a la elevada prevalencia del suicidio entre las personas que padecen una enfermedad mental.

De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, 800 mil personas entre los 15 y los 29 años, se suicidan cada año en todo el mundo.

En este sentido, la Confederación volvió a levantar la voz por la urgencia de proveer de una dotación justa de dispositivos alternativos a la institucionalización: plazas residenciales, centros de día, centros de rehabilitación psicosocial, centros de orientación y promoción laboral, hogares tutelados, programas de apoyo familiar, servicios de atención a domicilio; en conclusión, recursos enfocados a la atención, rehabilitación e integración de la persona con enfermedad mental en la sociedad, sin olvidar brindarle también, la adecuada atención a la familia en toda la orbe.

Por todo lo anterior, es primordial que todas y todos estemos atentos para detectar un cuadro de depresión en nuestro entorno primario o secundario y si sucede, en la Ciudad de México, pueden llamar al 56581111 de Locatel donde recibirán informes sobre las alternativas que existen para atender este tipo de padecimientos. Cuidarnos, es tarea de tod@s.

*Dinorah Pizano es vecina de Benito Juárez, ex Diputada Local y Especialista en Derechos Humanos por la Universidad Castilla-La Mancha.

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