STAFF/LIBRE EN EL SUR
Unas horas después de la llegada al aeropuerto Internacional de la Ciudad de México de 400 mil dosis de la vacuna china Sinovac, a la medianoche del pasado sábado 24 de abril, la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum Pardo anunció que se cancelaba la aplicación anunciada de ese suero en la alcaldía Tlalpan, programada para la semana del 27 al 31 de abril, porque no había llegado la dotación esperada.
Y cuatro días despúes, el director del Cenaprece, Ruy López Ridaura, contradijo a la mandataria capitalina al informar que las 500 mil vacunas Sinovac efectivamente recibidas el sábado por la noche “están en resguardo”, debido a que aún tienen pendiente “una serie de estudios analíticos” que los chinos omitieron, por lo que habrá un retraso en la aplicación de las segundas dosis del biológico.
O sea, las vacunas llegaron pero no llegaron y ahora están en resguardo.
Lo grave es que se cumple ya el intervalo fijado por el propio fabricante para la aplicación de la segunda dosis, que es en el caso de la vacuna Sinovac de entre 28 y 35 días.
El problema es mayúsculo, pero además no se circunscribe únicamente a Ciudad de México. El retraso en la entrega de 1.5 millones de vacunas de la empresa china Sinovac implicará que casi 1.3 millones de mexicanos de la tercera edad no recibirán su segunda dosis a tiempo, informó la Secretaría de Salud.
Sin embargo, agregó que la demora de la segunda dosis, más allá del intervalo recomendado de 35 días entre ambas aplicaciones, “no afectará la efectividad de la vacuna”.
Casi un millón de personas necesitarán su segunda dosis para la primera semana de mayo; casi 300 mil más la requerirán en las semanas posteriores.
La Secretaría de Salud no dijo cuándo espera la llegada del lote retrasado de vacunas, pero señaló que está en conversaciones con Sinovac para que la compañía lo envíe lo más pronto posible.
La dependencia no explicó los motivos de la demora. México ha aplicado hasta ahora 17.3 millones de dosis de cinco vacunas diferentes. El país también ha padecido demoras significativas en sus propias acciones para envasar dosis de la vacuna COVID de AstraZeneca exportada a granel desde una planta en Argentina.
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