A punto de concluir su primer año al frente de la Delegación Benito Juárez, el panista Jorge Romero Herrera da malas cuentas a sus gobernados en el tema del ambulantaje, al que desde su campaña prometió eliminar y hoy en cambio prolifera más que nunca, ante la evidente inacción de las autoridades.
La propia DBJ ha confesado, de manera oficial a través de su Oficina de Información Pública, que no cuenta con registro alguno sobre los puestos retirados, mientras el delegado presume cotidianamente por las redes sociales que decomisaron una carretilla al vendedor de pepitas y cacahuates, al frutero, o el anafre de un tamalero.
En contraste han permanecido intocados decenas de puestos a las afueras de Plaza Universidad y Sam’s Club de la misma avenida, y nada se hace contra el acoso de los informales al Hospital 20 de Noviembre del ISSSTE y a los comercios establecidos de Portales. Sólo por nombrar algunos casos emblemáticos.
Vecinos de diferentes colonias han intensificado una campaña a través de Twitter para exigir a Romero (@JorgeRoHe) que cumpla su palabra y no dé más largas al asunto. Que no engañe, pues. En la fotografía que aquí se publica muestran varios ejemplos de la impunidad de los ambulantes, al amparo de la autoridad encabezada por el delegado.
Ahí aparecen casos de las colonias Del Valle y Nápoles, y de paso se denuncia la invasión de la vía pública por parte de constructoras en los límites de la Nochebuena y Extremadura Insurgentes. “Lo único que pedimos es aplicar la ley, delegado”, pone @amylimoncito.
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