A menos de dos meses y medio de colocado en el Parque Hundido, el “gimnasio de adultos mayores”, que costó cerca de 270 mil pesos, ya se está rompiendo, lo que evidencia su pésima calidad. En efecto, uno de los aparatos para hacer ejercicio de brazos está ya inservible y se aprecia oxidado y quebrado de las barras de sus dos lados, y otro igual a éste presenta fisuras y pintura picada que anuncian una próxima avería.
El gimnasio, integrado por seis aparatos, fue adquirido con parte del presupuesto participativo 2012 correspondiente a la colonia Extremadura Insurgentes. De acuerdo con un oficio de la Dirección General de Desarrollo Delegacional (DGDD/DPE/CMA/UDT/596/2013), el equipo fue comprado a la empresa Serigarsa, S.A. de C.V. a un precio de ¡267,613 pesos! Es evidente a simple vista que las rupturas no fueron intencionales, sino a consecuencia de la mala calidad de sus componentes, que se oxidaron y quebraron.
En el mismo documento se informa que el equipo tiene garantía de un año, a partir de la contratación (que fue el 24 de septiembre de 2012), contra defectos de fabricación y vicios oculos. Sin embargo en otro oficio, el DRM56/033/13, firmado por Ismael Chalico García, director de Recursos Materiales y Servicios Generales de la Delegación, se precisa esa garantía sólo cubre… ¡el 10 por ciento del monto pagado!
El “gimnasio para adultos mayores” fue instalado por la DBJ en una especie de corral –al que los vecinos llaman “el gallinero”– en un espacio adyacente a los juegos infantiles del Parque Hundido, por el lado de la calle Millet, cercado con malla ciclónica, sobre piso de tierra y sin ningún tipo de protección contra el sol o las inclemencias del tiempo y mucho menos vigilancia.
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