STAFF/LIBRE EN EL SUR
La extorsión de automovilistas en las casetas de peaje ubicadas en el estado de Morelos continúan sin ningún control, pese a las promesas en contrario del gobernador Cuauhtémoc Blanco.
En la caseta de Tlatizapán, a la altura del poblado de San Rafael, un grupo de sujetos embozados se apostó desde las cuatro de la mañana de este domingo y exigen a los automovilistas, tanto paseantes como habitantes de la zona, el pago de 150 pesos por “levantar la aguja”. De lo contrario, no permiten el paso.
Los afectados denuncian que la actitud de las autoridades estatales, pese a los llamados presidenciales, ha sido de aboluta complacencia hacia los infractores.
Aseguran que los sujetos embozados no son pobladores de la zona, sino que han llegado de otros lugares para cometer sus delitos.
Esta acción se ha repetido en días pasados, luego de que un operativo estatal desalojó otras casetas y detuvo a 70 extorsionadores.
Según usuarios afectados, personal de seguridad les ha prevenido ante la posibilidad de que los extorsionadores estén armados.
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