STAFF/LIBRE EN EL SUR
A pesar de numerosas quejas vecinales y denuncias publicadas por medios de comunicación, la administración panista de la delegación Benito Juárez no actúa para impedir que espacios públicos sean utilizados ilegalmente para negocios privados, como ocurre en el parque San Lorenzo, en la colonia Tlacoquemécatl Del Valle.
En ese jardín, que es además uno de los parques juarenses protegidos por la Ley de Salvaguarda del Patrimonio Urbanístico de la Ciudad de México, entrenadores particulares de perros se han apoderado del espacio confinado dedicado al esparcimiento de las mascotas de los vecinos, para convertirlo en una especie de “escuela para perros” por las que obtienen cuantiosas ganancias.
Además, en tiempos de secas como ahora, provocan impunemente verdaderas tolvaneras de heces fecales de los animales, que se esparcen en el área verde donde conviven numerosos niños y adultos mayores, lo que constituye un peligro sanitario para los usuarios del parque, localizado entre las calles de San Lorenzo, Fresas, Magnolias y Manzanas de la citada colonia.
Las entrenadoras, que tienen sesiones de dos horas al menos tres veces por semana alrededor del mediodía, violan flagrantemente además el reglamento específico de la zona canina del parque, que precisa que ese espacio es exclusivamente para el esparcimiento de las mascotas, a las que deberán acompañar siempre sus dueños, y por supuesto no con fines lucrativos.
Ellas llevan al corral hasta 20 perros o más, y ahí los sueltan, lo que imposibilita a los vecinos para utilizar ese espacio para sus mascotas, por lo que optan por pasearlos por el parque a menudo sin la correa a la que están obligados por la Ley Convivencia Cívica de la capital. Las entrenadoras utilizan además la reja para colcar en ella las correas de sus “alumnos”, mientras éstos corretean libremente entre polvo y heces fecales.
Así ocurrió nuevamente este jueves 29 de mayo cuando tuvieron “sesión” entre las 10 y las 12 del día, bajo intenso calor, y provocaron contaminación en todo el parque, sin que la autoridad delagacional interviniera para evitarlo.
El pasado 6 de abril, Libre en el Sur publicó esta queja vecinal –que no ha tenido respuesta mes y medio después– y precisó que el reglamento escrito en un cartel en la entrada del llamado Parque Canino indica que los animales deberán ser llevados con correas por sus propietarios y que éstos deberán estar presentes siempre, al cuidado de sus mascotas. Se prohíbe expresamente “cualquier otra actividad” en el lugar que no sea el esparcimiento de las mascotas.
Además, el área enrejada dedicada supuestamente al esparcimiento de los animales se encuentra a escasos 60 metros de la capilla franciscana del siglo XVI dedicada a San Lorenzo Mártir, catalogada como Monumento Colonial por el INAH.
Estas personas son además reincidentes y hace un par de años fueron remitidas a la delegación de policía de BJ y reconvenidas por la autoridad por utilizar las canchas deportivas del mismo parque San Lorenzo para su negocio de entrenamiento de canes y además agredir a una vecina que les hizo ver su falta. Firmaron entonces un documento en el que se comprometieron a abstenerse de realizar esas actividades en un sitio público, como es el parque. Ahora han vuelto, son que lo impida la autoridad delegacional panista.
Las mujeres que están a cargo de la singular “escuela”, tienen que utilizar tapabocas para protegerse del polvo contaminado que ellas mismas propician. Antes de llevar de regreso a sus “alumnos” en la camioneta, estacionada generalmente en la calle Magnolias, ellas los tienen que sacudir con un trapo húmedo a cada animal dada la cantidad de tierra que acumulan en su pelambre. Este viernes 18 de mayo, Libre en el Sur contó 22 perros llevados a su entrenamiento en esa forma ilegal, transportados en una camioneta de color rojo.
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