Ni la Delegación Benito Juárez ni las autoridades del gobierno del DF intervienen para evitar una descarada, escandalosa reventa de boletos para la corrida del 65 Aniversario de la Plaza México que se celebrará este sábado 5 de febrero, mientras miles de aficionados forman interminables filas frente a las taquillas del coso para encontrarse con que las localidades numeradas “están agotadas”.
Según constató Libre en el Sur la mañana de este viernes, los revendedores, sin recato, ofrecen boletos de cualquier localidad, inclusive barreras, no sólo en las calles que circundan a la plaza de la colonia Ciudad de los Deportes, en la delegación Benito Juárez, como Augusto Rodín, Carolina o Maximino Ávila Camacho., sino que lo hacen inclusive en pleno Eje 6 Sur Holbein, frente a la mirada de algunos gendarmes que “vigilan” la zona y de los tripulantes de la patrulla P35-05 del sector Nápoles de la policía capitalina, que sólo se ocupan de impedir que automovilistas se estacionen en doble fila.
Lo más grave es la evidente participación de la empresa taurina, que dirige Rafael Herrerías, pues es un hecho que los revendedores acaparan los boletos aún antes de que sean puestos a la venta libre, luego de los dos días reservados para los tenedores de derecho de apartado. Tan es así, que desde el jueves se veían ya revendedores en las inmediaciones del coso, cuando la venta libre se abrió apenas este viernes. Los precios de las entradas alcanzan hasta cuatro o cinco veces su valor real.
“Es una burla, un descaro, y en esto están metidas las autoridades y la empresa”, se queja Rosendo Jiménez Salas, un aficionado que llegó antes de las 8 de la mañana a la plaza para hacer cola y que, tres horas después, a apenas hora y media después de que abrió la taquilla, las localidades numeradas de sol se habían “agotado”. “¿Dónde están los inspectores de la delegación, los policías que deberían detener a esos infractores?”.
Este domingo partirán plaza el diestro español Enrique Ponce, el francés Sebastián Castella y los mexicanos Eulalio López “EL Zotoluco” y Urial López “El Zapata”, para lidiar ocho toros de dos diferentes vacadas.
Los aficionados reclaman que los boletos que no están sujetos a derecho de apartado sean puestos a la venta en su totalidad, y no como ahora ocurre, se emita un número muy limitado mientras el grueso del boletaje se entrega a la reventa. Además, los taquilleros hacen “tortuguismo” a fin de hacer más lento el procedimiento de venta y favorecer así, también, el “trabajo” de los revendedores. Además, frecuentemente hay conatos de bronca provocados por presuntos compradores que pretenden “meterse” de manera tramposa a la cola y provocan la ira de los aficionados formados durante horas y ya de por sí hartos de la situación. Sin embargo, ninguna autoridad, tampoco, vigila para que eso no ocurra.
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