ANGÉLICA GUERRERO
El automóvil nuevo que hace décadas causó sensación dentro de la familia y que solía reposar al interior de un hogar o bajo el techo de alguna cochera también fue víctima del tiempo, y hoy luce en la calle con grandes cantidades de polvo, vidrios rotos y llantas ponchadas, donde sus mejores acompañantes ahora son roedores, indigentes y algunos maleantes.
Con mayor o menor cantidad, la situación se repite en toda la Ciudad de México, donde es común encontrar en las calles a miles de autos abandonados que hoy son repudiados por los vecinos.
“¿Ve ese carro rojo que está ahí? Lleva años, años sin moverse y ocupando un lugar que bien podría ser para otro auto en esta calle donde no hay más lugar para estacionarse”, comentó Jorge de la calle de Sur 73 en la colonia Viaducto Piedad de Iztacalco.
Para Tania, la situación ha sido peor, pues por las mañanas y aún en la oscuridad cuando sale a trabajar ha sido hostigada por un hombre que fuma a veces detrás o al interior de un auto abandonado en la calle de Quintana Roo en la colonia Roma de la alcaldía Cuauhtémoc.
“Ya he llamado a patrullas para que se lleven ese carro, pero inmediatamente salen los vecinos a decir que el carro es de ellos, pero si te fijas es un coche abandonado que ni vidrio tiene”, comentó.
El Gobierno de la Ciudad de México prepara un programa más estricto para el tema de autos abandonados que incluye menos tolerancia a la obstrucción de la vía pública y a una mayor limpieza en los espacios comunes.
Esto implica que una vez que se obtiene el reporte de un auto abandonado, personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) otorga un lapso de 15 días para que propietarios o vecinos retiren el vehículo, de lo contrario se recoge a través de una grúa para ser trasladado a alguno de los 30 depósitos que existen en la capital.
Si el automóvil no es reclamado en los próximos 30 días en alguno de estos depósitos, el auto ingresa a un programa de chatarrización para su destrucción.
Durante una jornada de limpieza y rescate público mejor conocido como “Sábado de Tequio” y encabezado por la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, se descubrió que tan solo al interior de la Unidad Habitacional Infonavit Iztacalco se encontraron 46 autos abandonados.
La cifra no fue casualidad, pues a pesar de tratarse de una alcaldía con poca extensión territorial, en Iztacalco conviven más de mil 500 vehículos abandonados, lo que se convierte en un problema que genera fuentes de contaminación e inseguridad, de acuerdo con el propio alcalde, Armando Quintero.
El ex secretario de Transporte y Vialidad mencionó que en los primeros cuatro meses de su administración han sido notificados 500, de los cuales 300 ha sido remitidos al corralón.
“Se trata de ir quitando obstáculos físicos e irregulares, recuperando los espacios y de la vía pública. Ya un vehículo que no se mueve en semanas hay que denunciarlo para que actuemos, sino se va a convertir en un foco socialmente negativo”, comentó.
Explicó que aun cuando pueda haber molestia por parte de propietarios, la ley brinda facultades de remover todo aquello que obstruya la vía pública o violente la convivencia comunitaria vecinal y ciudadana.
Entre las alcaldías con mayor número de autos abandonados se encuentran también Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza, Miguel Hidalgo y Álvaro Obregón.
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