Explica el banco central que la inflación global siguió aumentando, presionada por los cuellos de botella en la producción, la recomposición del gasto hacia mercancías, los elevados precios de alimentos y energéticos, así como la recuperación de algunos servicios.
STAFFO/LIBRE EN EL SUR
La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico), elevó este jueves en 50 puntos base la tasa de referencia, para colocarla a un nivel de 6 por ciento, como medida para contrarrestar los altos niveles de la inflación.
Ésta es la segunda alza de 50 puntos base que el banco central realiza a su Tasa de Interés Interbancaria de manera consecutiva y la primera con Victoria Rodríguez Ceja al frente de la Institución.
Al hacer el anuncio de su decisión, Banxico señaló que las presiones inflacionarias han sido de magnitud y duración mayor a la anticipada. Mencionó que la inflación global siguió aumentando, presionada por los cuellos de botella en la producción, la recomposición del gasto hacia mercancías, los elevados precios de alimentos y energéticos, así como la recuperación de algunos servicios.
“Las presiones inflacionarias globales e internas continúan afectando a la inflación anual general y subyacente”, explicó.
El banco central recordó que la expectativa para la tasa promedio de la inflación general durante el primer trimestre del año aumentó de 6.7 a 6.9 por ciento y para los últimos tres meses del año se incrementó de 3.5 a 4 por ciento.
Además, ya no estima que la inflación general converja en la meta puntual de 3 por ciento en el cuarto trimestre de 2023, como proyectó en diciembre pasado, pues elevó su tasa promedio de 3 a 3.1 por ciento.
En cuanto a la inflación subyacente, el pronóstico del primer trimestre del año se elevó de 6.2 a 6.4 por ciento y de 4.1 a 4.3 por ciento para octubre-diciembre. Entre los riesgos al alza para dichas previsiones, Banxico destaca las presiones inflacionarias externas; presiones de costos; persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; depreciación cambiaria; y aumentos de precios agropecuarios y energéticos.
Los factores que podrían incidir en riesgos a la baja se encuentran un efecto mayor al esperado de la brecha negativa del producto; medidas de distanciamiento social; y la apreciación cambiaria.
Si bien la inflación en enero pasado se desaceleró de 7.36 a 7.07 por ciento anual, el índice subyacente ha seguido en aumento y acumuló 14 meses consecutivos al alza, lo que ha complicado que la inflación converja en el objetivo de 3 por ciento del banco central. El componente subyacente -considerado un mejor parámetro para proyectar la inflación a largo plazo- se ubicó en 6.21 por ciento anual durante el primer mes del año, su mayor lectura desde septiembre de 2001.
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