El 11 de enero de 1967 la nieve alcanzó cinco centímetros de espesor en las calles de la capital. Una foto maravillosa de una mujer con abrigo y peinado a la moda sesentera, que posa junto a un “vochito” escarchado estacionado en las cercanías de lo que fue la Glorieta Riviera, en Narvarte, da