STAFF / LIBRE EN EL SUR
En plena pandemia del coronavirus, y para dar paso a otro desarrollo inmobiliario privado en la colonia Acacias, la Secretaría del Medio Ambiente capitalina (Sedema) dio permiso para el derribo de 32 árboles que se encontraban en buen estado en un predio ubicado en avenida Coyoacán 1849.
Al expresar su indignación y desconcierto por el silencio de vecinos y ambientalistas frente al ecocidio, incluso de “compañeros de causa”, la activista Leonora Esquivel, entre cuyas luchas ha destacado por varios años la defensa de los árboles, denunció la arbitrariedad y la complicidad de políticos y autoridades de la Sedema.
“No vuelvo a confiar en ustedes”, espetó a través de Twitter.
Dos horas antes había denunciado el derribo masivo, que implicó la afectación de un terreno de 600 metros cuadrados. Por “compensación” de la tala, según describió Esquivel con información publicada por la propia Sedema, los desarrolladores pagaron dos millones 472 mil pesos.
Son los políticos, recordó, “que pusimos con nuestro voto”.
Leonora Esquivel también recordó que desde el año pasado reportó la entonces pretensión depredadora a autoridades diversas, la Procuraduría Ambiental incluida, lo que fue ignorado.
“Lamento terriblemente lo ocurrido, Leonora”, comentó por el mismo Twitter la diputada local de Morena, Paula Soto, a la que Esquivel había copiado su mensaje.
“He defendido y presentado varias iniciativas buscando erradicar el ecocidio y sancionarlo. El cuidado del medio ambiente es mi convicción y compromiso, comparto tu pasión.
“En el equipo atendimos puntualmente y solicitamos las verificaciones, intervenimos con los recursos que tenemos. Lamentablemente por la declaratoria de semáforo rojo, las autoridades, de los distintos niveles, no ejecutaron lo solicitado. Comparto tu enojo, sé que hoy las disculpas no nos sirven de nada”.
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