(Francisco Ortiz Pinchetti)- Por “no cumplir con el perfil de un mercado tipo europeo, como fue la idea de su remodelación”, la Delegación Benito Juárez pretendió esta tarde desalojar a locatarios del recién remodelado mercado de Tlacoquemécatl, en la colonia Del Valle, lo que estuvo a punto de causar un enfrentamiento violento entre los comerciantes indignados y personal de la propia demarcación apoyado por unos 20 elementos policiacos que los acompañaban.
Los locatarios acusaron al delegado Jorge Romero Herrera de incumplir lo acordado con motivo de la remodelación del mercado, inaugurado apenas hace tres meses, al pretender despojar de su patrimonio a varios compañeros suyos a quienes se señala como dispares con el proyecto. Advirtieron que no permitirán que uno sólo de los 106 locatarios registrados sea desalojado. “Todos contamos con nuestra cédula, que equivale a un título de propiedad”, dijo Josué Sosa.
Al caer la tarde de este miércoles, ocho vehículos de la DBJ, con el logotipo de “Soluciones” que ha implantado el panista Romero Herrera, llegaron al inmueble ubicado entre calles de Patricio Sanz, Miguel Laurent y San Francisco con la intención de desalojar a los comerciantes previamente señalados como “incorrectos”, y de hecho trataron de vaciar un pequeño espacio que en forma de vitrina hacia la calle exhibe un muestrario de disfraces para niños.
Rápidamente la voz de alarma corrió por el mercado y los locatarios iracundos se enfrentaron al personal de vía pública para evitar el atropello. Hubo algunos empujones y jaloneos pero la gresca no llegó a más, al menos por el momento, gracias a la intervención de los uniformados. Vecinos de la colonia Tlacoquemécatl Del Valle y transeúntes se sumaron a los locatarios en la esquina de Miguel Laurent y San Francisco, donde menudearon las discusiones y diatribas.
Según informó en su momento la DBJ, la remodelación del mercado Tlacoquemécatl, en la que se gastaron 14 millones de pesos. estuvo supuestamente inspirada en un concurrido mercado madrileño, el de San Miguel, cuya arquitectura por cierto es hechiza con fines turísticos y no tiene nada de “tradicional”. O sea, es un mal remedo de un remedo.
“Allá serán muy europeos, pero aquí estamos en Tlacoquemécatl”, gritó indignada una vendedora de verduras a los empleados delegacionales y a los policías que los apoyaban.
comentarios