La sorpresiva victoria de la hidalguense Xóchitl Gálvez en la elección por la Jefatura Delegacional de Miguel Hidalgo, que arrebató al PRD, es paradójicamente una derrota para la dirigencia del PAN en el Distrito Federal –que llevó a su partido en delegaciones como Xochimilco hasta el quinto sitio– y del grupo político de Los Ocean que encabeza Jorge Romero Herrera.
Y es que el ex delegado en Benito Juárez dejará de tener el monopolio del limitado pero importante poder que significa el reparto de empleos, puestos directivos y candidaturas entre los panistas capitalinos. Más aún, verá crecer frente a sí a un nuevo grupo político que desde ahora le disputará la candidatura a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal en el 2018, su sueño guajiro.
A diferencia de la mayoría de los candidatos panistas a jefaturas delegacionales y diputaciones locales, Xóchitl Gálvez no fue propuesta –ni menos impuesta—por Romero Herrera, que tuvo que aceptar a contrapelo la postulación de la ex funcionaria foxista que a la postre resultó venturosa.
Adicionalmente, la dirigencia capitalina del PAN, incondicional de Romero, no tuvo mérito alguno en el triunfo de Gálvez, que hizo una campaña “con la suela” y aprovechando su prestigio y reconocimiento público; en su equipo incluso hubo quejas de que Romero y el presidente panista en el DF, Mauricio Tabe, no la estaban apoyando.
Lo que sí tendrá que explicar Tabe a sus militantes son las razones por las que el albiazul pasará de ser la segunda fuerza en el DF a la tercera o incluso la cuarta; y por qué en ciertos distritos electorales quedó, aún por debajo de los votos nulos… ¡en sexto lugar! Para no ir más lejos: Esa dirigencia es también responsable de que en las elecciones para la Jefatura Delegacional de Xochimilco se haya descendido hasta el quinto sitio. Y en Milpa Alta virtualmente desapareció, al haber obtenido solo 552 votos (apenas lo correspondiente a una tercera parte de los votos nulos) de acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminaries del IEDF. Un desastre.
Ante esta nueva realidad, integrantes actuales del grupo de Romero, que originalmente no lo eran, como Margarita Martínez Fischer –ex directora general de Desarrollo Social en BJ y que ganó una diputación local por Miguel Hidalgo—tienen ahora la opción de adherirse a una corriente diferente, no manchada por el desprestigio en el que se han sumido Los Ocean.
Panistas inconformes con la manera en que Romero ha manipulado el padrón de afiliados de ese partido para imponer candidaturas y puestos directivos, y con los sucesivos escándalos de corrupción en que se ha visto involucrada su administración, consideran que esta recomposición de fuerzas originada en el ascenso de Xóchitl Gálvez puede significar la salvación del PAN.
(Foto: Cuartoscuro)
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