En contradicción a lo publicitado por el jefe delegacional panista Jorge Romero Herrera, que presume haber retirado “más de dos mil ambulantes”, la Delegación Benito Juárez informa de manera oficial y por escrito que el número real de puestos informales retirados en el primer año de su gobierno es de solamente 164.
Efectivamente, a través del oficio DGJG/DJ/SJ/UDRJRSC/16192/2013, del 2 de octubre pasado, Horacio Martínez Becerril, jefe de la Unidad Departamental de Registros de la Dirección General Jurídica y de Gobierno de la DBJ, entre el 1 de octubre de 2012 y 23 de septiembre del 2013, “se llevó a cabo el retiro de 164 puestos metálicos en esta demarcación territorial”.
La propia autoridad delegacional ha reconocido la existencia de más de siete mil puestos en la BJ, por lo que los retirados apenas representan el 2.3 por ciento. Durante su campaña electoral, Romero Herrera prometió poner fin al ambulantaje: “No lo vamos a tolerar”, solía decir. “Los quitaremos y si se vuelven a poner los volveremos a quitar”.
Pero ante la evidente incapacidad para cumplir su palabra, el delegado da un giro y sale ahora con un programa para sustituir, no suprimir, los puestos metálicos de los informales por otros que se vean ‘bonitos’, conforme a un prototipo que exhibió ante los medios el sábado 19. En otras palabras: Regularizar la ilegalidad. “Para mí es muy importante mandar un mensaje de que en Benito Juárez hay autoridad”, dijo al respecto.
Informó que las estructuras callejeras tendrán un costo de entre 50 y 60 mil pesos cada uno y que serán costeados por los propios comerciantes, aunque no precisó quién se encargará de fabricarlos. Los nuevos puestos serán más estorbosos que los actuales, pues medirán 2.44 metros de largo, 2 metros de ancho (sobre la banqueta) y 2.44 metros de altura (más “copete” de 30 centímetros).
Por supuesto que entre los informales que usarán el nuevo “modelo” estarán los dedicados a la venta de fritangas, sin importar que no cuenten con las licencias sanitarias obligadas por la Ley, así como los riesgos que conlleva el suo de tanques de gas en la vía pública. Y por si algo faltara, se pretende que comercialicen publicidad exterior. Un negocio redondo, pues. (En la foto, venta de fritangas en la esquina de las avenidas Coyoacán y Colonia Del Valle).
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