Uno de los temas que cobra mayor relevancia para los habitantes del Distrito Federal es el que se refiere a las manifestaciones, marchas y plantones que se realizan en los espacios públicos de la capital. No hay capitalino que haya estado exento de los trastornos y complicaciones que estas actividades generan diariamente en la Ciudad de México.
Según cifras de las secretarías de Gobierno y de Seguridad Pública del Distrito Federal, de enero a diciembre de 2009 se realizaron 3 mil 268 movilizaciones equivalente a 9 manifestaciones diarias en promedio.
Estas cifras representaron en 2010, un incremento del 2.2 por ciento respecto al año inmediato anterior y ha sido una tendencia constante que incluso se conservó durante 2010, año en el que se registraron 1,584 manifestaciones tan sólo en el primer semestre.
Esta situación requiere una pronta solución si se considera que de 2002 a la fecha se ha registrado un aumento significativo en el número de movilizaciones que se reportan día a día en la Ciudad.
La Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México ha revelado que una marcha con una duración de dos a tres horas puede generar pérdidas por 320 millones de pesos a comercios establecidos, lo que significa una cuarta parte de la venta diaria. Si la manifestación se prolonga entre 4 y 5 horas, las afectaciones pueden ocasionar una pérdida de entre 575 y 950 millones de pesos.
Los datos anteriores, así como los permanentes bloqueos que se han suscitado en vías primarias como el paseo de la Reforma, nos motivan a elaborar y modificar el marco legal a fin de salvaguardar el orden público y regular las decisiones operacionales que están relacionadas con las manifestaciones en un marco de respeto a los derechos fundamentales.
Por ello, impulsaremos desde el Congreso de la Unión una iniciativa de Ley de Manifestaciones Públicas en el Distrito Federal, con la que buscaremos primordialmente, permitir la coexistencia de la libertad de tránsito con la de expresión, se encuentran las siguientes:
La propuesta que presentaremos ante el Pleno de la Cámara de Diputados prevé que se permitan manifestaciones que se realicen de manera pacífica y con algún objeto lícito; que los ciudadanos avisen de las manifestaciones a la autoridad competente, la cual podrá impedir la celebración de las mismas atendiendo a factores de riesgo medioambientales (como la concentración de contaminantes en la atmósfera) y de protección civil.
También propondremos que nos e permita el bloqueo de vías primarias ni las manifestaciones en vialidades de un solo carril a fin de permitir el tránsito vehicular; que se establezcan horarios para la realización de las manifestaciones. Aunado a ello, también es indispensable que los miembros de la Secretaría de Seguridad Pública local reciban entrenamiento sobre derechos humanos antes de ser asignados a la difícil tarea de controlar manifestaciones públicas.
Asimismo, se otorgarían facultades a la autoridad competente para modificar el recorrido de las manifestaciones por motivos de orden público. Las manifestaciones que se lleven a cabo en vialidades sólo tendrían que usar la mitad de la vía y, cuando sea posible, los participantes deberían usar los carriles laterales.
El Gobierno del Distrito Federal tendría que informar con oportunidad a la población, a través de los distintos medios de comunicación, sobre el desarrollo de las marchas, proponiendo alternativas para el tránsito de personas y vehículos, y la Secretaría de Seguridad Pública del D.F. disolver cualquier manifestación si los participantes alteran el orden público.
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