STAFF/LIBRE EN EL SUR
Para quienes se quedaron en la Ciudad de México en esta Semana Santa, pero que tampoco quieren quedarse encerrados en casa, la visita a diferentes museos es una de las múltiples opciones que les ofrece la capital del país.
El Museo de la Ciudad de México es una de las varias ofertas museísticas que hay en la ciudad, se sitúa en el Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya, José María Pino Suárez número 30, Centro Histórico.
Este espacio, que abrió sus puertas en 1964 y tiene una arquitectura barroca que data del siglo XVIII, actualmente es posible apreciar exhibiciones temporales de artistas plásticos que plasman las diversas maneras de vivir la capital mexicana.
En este Palacio también es posible observar el Museo de sitio y estudio Clausell, donde se pueden visitar recreaciones de algunas habitaciones de los condes de Calimaya como la capilla, la sacristía y la sala de música, así como el estudio de Joaquín Clausell y la biblioteca Jaime Torres Bodet.
El Antiguo Colegio de San Idelfonso, en la calle de Justo Sierra 16, también en el Centro Histórico, es otra opción donde se pueden ver diversas manifestaciones del muralismo mexicano, exposiciones y espacios como “El Generalito” con antiguas y diversas pinturas al óleo, una capilla, una sacristía, y el anfiteatro.
El Museo del Estanquillo, que se ubica en la calle de Isabel La Católica número 26, fue fundado hace 12 años ante el deseo de Carlos Monsiváis de compartir su colección, la cual está integrada por más de 20 mil piezas.
En este espacio destacan documentos históricos, pinturas, fotografías, dibujos, grabados, partituras, caricaturas, miniaturas y maquetas. El acervo del lugar permite apreciar distintas perspectivas y concepciones sobre la vida política, social y cultural de México a lo largo de su historia reciente.
Ya fuera del primer cuadro de la ciudad, está el Museo Nacional de la Revolución donde se puede apreciar las etapas de construcción del actual Monumento a la Revolución, que en realidad iba a ser el Gran Palacio Legislativo durante el gobierno de Porfirio Díaz.
También se puede admirar una sala de exposiciones temporales y otra de permanentes, todas con el tema de la Revolución Mexicana como eje central del recinto.
Otro de los atractivos consiste en un conjunto de elementos escultóricos de fibra de vidrio y poliuretano que se ubican en la parte central del recinto y rinden homenaje a “La bola”, y en sus vitrinas, con más de tres mil objetos, existe una colección sobre el movimiento armado de 1910.
NOTIMEX.
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