Libre en el Sur

Vivir con la Pandemia / Los virus andan sueltos

“La idea no es levantar el sistema de salud actual, sino construir un sistema universal de protección social que garantice el acceso gratuito a la salud como un derecho para todas y todos, sin poner en riesgo la debilidad financiera de los mexicanos que no pueden pagar servicios privados”. 

POR RODOLFO GUZMÁN

Cualquiera que sea el saldo final por covid 19, la opinión pública hablará de un fracaso. Una defunción más una menos, no altera la percepción. Cuando nuestro país ocupa el epicentro de la pandemia parece muy temprano para el balance, pero la oportunidad es buena para reflexionar sobre un futuro montado en razones. 

Hoy se puede decir que la estrategia fracasó por muchos motivos. Anoto 2 para iniciar el debate: el estado desastroso del sistema de salud, la pauperización del mercado laboral que impidió que muchos, en la informalidad, sin ingreso y sin computadoras, pudieran quedarse en casa.

La literatura que advierte sobre la ocurrencia de brotes de la pandemia actual o la aparición de nuevas pandemias es abundante: los virus andan sueltos. Programar el futuro es una tarea indispensable para prevenir y para hacer justicia porque, en efecto, el SARS-CoV-2 viajó en avión, pero mató a más pobres que a ricos.

La idea no es levantar el sistema de salud actual, sino construir un sistema universal de protección social que garantice el acceso gratuito a la salud como un derecho para todas y todos, sin poner en riesgo la debilidad financiera de los mexicanos que no pueden pagar servicios privados, garantice pensiones justas para enfermos, discapacitados, adultos mayores y ofrezca un modelo de cuidados para que las mujeres puedan estudiar o trabajar y no quedarse en casa para cuidar a otros. 

La idea es cumplir la ley para que el mercado laboral funcione con suficientes trabajos dignos, es decir empleos con salario justo como manda la constitución, con prestaciones sociales, contratos estables que eliminen el llamado outsourcing y mecanismos de negociación y defensa de sus derechos, no sindicatos charros como los que hoy existen. 

Abandonado, el sistema de salud fue sometido a un proceso que favorecía la privatización. Hoy está fragmentado, hay más de 40 subsistemas, entre ellos 1 en cada estado; cada servicio ofrece una atención de calidad diferenciada. En unos -Pemex, por ejemplo- el gobierno paga todo, en otros los trabajadores aportan una parte, como en el IMSS y el ISSSTE. Hay filas para esperar medicinas, consultas, tratamientos y quirófanos. Hay mejor atención médica en el norte que en el sur. 

En México el gasto en salud es de 51% para el sector público y 49% para el privado. Todos pagamos con impuestos la salud pública, pero ocurre que de nuestro bolsillo también sale más del 90% del gasto privado. Ese que usted efectúa cuando en vez de ir a pedir cita al ISSSTE va al consultorio de la farmacia de la esquina, donde lo mandan al laboratorio o al hospital privado. 

A su paso, covid 19 quita el maquillaje a las estructuras, deja enfermedades respiratorias, gente afectada de su salud mental, defunciones, desempleados, negocios cerrados y una estela de nuevos pobres. Mientras, otras tres epidemias esperan turno para ser atendidas: la obesidad, la hipertensión y la diabetes.


Periodista. Nació en Tapachula, Chiapas. Licenciado en Periodismo. Durante cinco décadas ejerció su profesión en radio, televisión, agencia de noticias, periódicos y oficinas de prensa. Fue reportero, jefe de información y director. Actualmente investiga y escribe sobre temas de pobreza y desigualdad. 

 

 

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