Las más afectadas son personas de la tercera edad que tienen que hacer filas de hasta una hora para surtir las medicinas.
La farmacia de la UMF de la colonia Del Valle recibió hace tiempo un reconocimiento especial por buen servicio.
STAFF/LIBRE EN SUR
Luego de varios años en que mejoró notablemente la atención a los derechohabientes del IMSS en la clínica 28 de la colonia Del Valle, en las últimas semanas han vuelto las largas filas en la farmacia y la falta constante de medicamentos.
La farmacia de esa UMF llegó a ser una de las más eficientes de la capital y su personal recibió un reconocimiento especial por parte de las autoridades del IMSS, en el sexenio pasado.
En un muro del área de despacho de la farmacia estuvo mucho tiempo colgado el diploma respectivo, enmarcado, que ahora ha sido retirado quizá por vergüenza.
Así, han vuelto las filas de derechohabientes, en su mayoría personas de la tercera edad, que se prolongan por el equivalente a más de una cuadra, lo que implica esperas de hasta más de una hora.
Además, casi invariablemente falta al menos uno de los medicamentos recetados, por lo que los empleados piden a los pacientes “estar al pendiente” de la llegada de los fármacos, que ocurre los lunes, miércoles y viernes de cada semana.
Esto obliga a los derechohabientes o sus familiares a regresar a la clínica una y otra vez para informarse sobre determinada medicina, hasta que esta es finalmente surtida. Hay casos en que eso no ocurre en semanas.
La reducción de personal es aparentemente la causa de que la atención sea lenta y deficiente, en contraste con lo que ocurría anteriormente.
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