Son franeleros ‘dueños’ de la zona de hospitales, en Tlalpan
Caos vial, ambulantaje, franeleros... Fotos: Libre en el Sur
Se aprovechan ‘viene-viene’ de los apuros de pacientes y sus familiares
Prevalece además desorden, caos vial, basura y ambulantaje
Ante la tolerancia de la Alcaldía Tlalpan, los viene- viene tienen copadas impunemente calles aledañas a Nutrición y Cardiología, entre otros hospitales de alta especialidad.
Acaparan cientos de cajones de estacionamiento, que “rentan” con cuotas obligatorias de 40 ó 50 pesos, incrementadas en horas pico sin que ninguna autoridad lo impida o sancione.
STAFF / LIBRE EN EL SUR
Ante la tolerancia de la alcaldía de Tlalpan, en el sur de Ciudad de México, decenas de franeleros están apoderados –para su “renta”–, de centenares de cajones de estacionamiento en la Zona de Hospitales de esa demarcación.
El problema es particularmente escandaloso en las inmediaciones de los institutos nacionales de alta especialidad de Nutrición y Cardiología.
Al caos provocado por los “viene-viene” se suma la insalubridad justo frente a los nosocomios, dada la acumulación de basura por falta del servicio de limpia y de la proliferación del ambulantaje, que por cierto vende alimentos sin licencias sanitarias.
Todas las calles circundantes y cercanas están “apartadas” con botes, huacales, botellas de plástico u otros estorbos por los supuestos acomodadores, que cobran cuotas obligatorias de 40 y 50 pesos por automóvil; a determinadas horas pico, la tarifa asciende hasta los 70 pesos.
Además, estos infractores descarados de la Ley son prepotentes y altaneros, al grado de amenazar a quien se rehúsa a ser víctima del atraco o de plano le impiden el estacionamiento de su vehículo.
Para justificar su abuso y la frecuente alza de sus “tarifas”, los propios franeleros (algunos de los cuales portan una especie de gafete, que según ellos es su “permiso”) argumentan el pago de “moches” a policías e inspectores.
Curiosamente, es frecuente en la zona el paso a baja velocidad de patrullas policiacas, que sin embargo no actúan contra los franeleros aunque con frecuencia se detienen para “saludarlos”.
Los franeleros, que actúan notoriamente en grupos, se aprovechan de la necesidad imperiosa de pacientes y sus familiares, que requieren estacionarse para acudir a citas y visitas, sin que la Alcaldía haga algo por impedirlo.
Libre en el Sur constató ese abuso en todas las calles adyacentes a los mencionados hospitales de Nutrición y Cardiología, en la colonia Belisario Domínguez, como Vasco de Quiroga, Juan Badiano, San Fernando, Fray Pedro de Gante, Jardín, Ingeniero A. Vidal, Martín de la Cruz, Casino Casahonda, Niño Jesús, Miguel Hidalgo, y las calles 7, 9, 11, 15, 2, 6 y 8.
La llamada Zona de Hospitales de Tlalpan esta limitada por el Viaducto Tlalpan, la avenida San Fernando, la Calzada de Tlalpan y el Anillo Periférico Sur.
El apoderamiento ilegal de los espacios inicia desde las 7 de la mañana, cuando comienza la actividad en los laboratorios clínicos de esas instituciones médicas y se prolonga hasta las nueve o 10 de la noche.
En las calles frontales, donde se ubica el acceso a urgencias en el caso del INCMNSZ, hay acaparamiento y “renta” de espacios de estacionamiento día y noche.
Para colmo, un estacionamiento público ubicado frente al hospital de Cardiología, sobre la calle Juan Badiano, también abusa impunemente con sus tarifas, de hasta 40 pesos la hora, lo que favorece la opción para los automovilistas de pagar a los franeleros.
El Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” (INCMNSZ) y el Instituto Nacional de Cardiología “Doctor Ignacio Chávez” (NCICH), son dos de los Institutos Nacionales de Salud de la Secretaría de Salud de México que brinda atención médica de excelencia, de tercer nivel.
En la misma zona se ubican el Instituto Nacional de Cancerología (Incan), el Instituto Nacional de Enfermedades de la Respiratorias (INER), el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y el Instituto Nacional de Rehabilitación “Luis Guillermo Ibarra Ibarra” (INR).
En los alrededores de todos ellos, así como de hospitales cercanos como el “Manuel Gea González”, ocurren abusos similares sin que ninguna autoridad lo impida o sancione.
Víctimas también de esta situación son los residentes de las colonias adyacentes a la zona de hospitales, cuyas calles literalmente “se venden”, incluidas frecuentemente las entradas de sus cocheras.