Libre en el Sur

Adiós Septiembre; ¿adiós viajes?

Estos días de Septiembre, que está ya por terminar,  me han remontado y transportado mentalmente a maravillosos sitios donde, sin importar algunos inconvenientes de viaje, hemos sido tan felices juntos(… ) Y a preguntarme si algún día los retomaremos de manera normal, que no es lo mismo que la Nueva Normalidad, aclaro.

POR REBECA CASTRO VILLALOBOS

En esta ocasión y por obvias razones de la maldita pandemia, Septiembre me causa un inevitable sentimiento de nostalgia (o de saudade, como dirían mis amigos Toño y Mariflor, que fueron nuestros anfitriones en Lisboa).

Y es que este año ha sido un mes totalmente nostálgico, siendo que desde hace ya 22 años Paco y yo lo destinamos para viajar, en la mayoría de los casos al extranjero, aunque también lo hemos hecho al interior de la República Mexicana, donde hay que reconocer existen lugares maravillosos y de gran valía que representa toda una experiencia conocer.

Era en Septiembre cuando, primero por mi trabajo de reportera en conocido diario estatal y posteriormente como burócrata en el Gobierno, tenía la opción de solicitar mis días de asueto; en el caso del periódico, de acuerdo a la Ley Federal y dentro de la Administración Pública  por corresponder al  período vacacional del año.

Como empleada del Gobierno aprovechaba siempre que se juntaban en este mes dos días inhábiles, como es el 16 de Septiembre, celebración de la Independencia de nuestro país, y el 28, cuando aquí en Guanajuato se conmemora en tiempos normales la Toma de la Alhóndiga de Granaditas, por cierto con un gran y largo desfile en el que participan dependencias estatales  y representaciones de los 46 ayuntamientos que integran la entidad.

Así pues, a mis dos semanas de vacaciones, se sumaba casi siempre esos dos días para alargar un poquito nuestras estancias en los lugares que visitábamos.

Ya había comentado que de esos viajes el Facebook se ha encargado de recordarnos cada uno, con descriptivas imágenes y referencias que en su momento se compartieron desde el 2010, cuando que me inscribí a esa red social, con mis contactos.  He aprovechado ese plus que tiene la red para reconfigurar mis fotografías en carpetas (álbumes  digitales) para después guardar en una memoria exprofeso, porque he de decir que en su gran  mayoría las imágenes ya eran tomadas con celular y  cuando caí en la cuenta, desconocía el paradero de las mismas.

Caso diferente era con las primeras fotos, mismas que impresas guardo en su respectivo porfolio o en un sobre de papel muy bien identificadas, y que en estos meses he disfrutado reabriendo con esos visos nostálgicos tanto por los lugares como por mis cambios por el transcurrir de los años.

En fin, era también parte del viajero ritual que fuera en la segunda semana de Septiembre cuando hacíamos maletas y emprendiéramos la aventura, ya sea que voláramos  en avión, tomáramos camino en auto o  incluso nos transportáramos en tren (El Chepe, Chihuahua-Pacífico)  o en transbordador, como lo fue en el ferry de La Paz a Mazatlán.

Por las fechas, les comparto que en algunos viajes tuvimos que celebrar la noche del tan popular Grito de Independencia, en otro país, o de plano, varados en un aeropuerto, como el de Charles de Gaulle, en París, donde perdimos el vuelo de conexión a Roma, y por no encontrar disponibilidad de hotel cercano, pasamos junto con otros viajeros en tránsito la noche en incómodos  sillones de un restaurante, después claro está de intentar brindar con alguna bebida espirituosa que encontramos entre las tantas tiendas que tiene  esa terminal.

A propósito de esa tricolor festividad de Independencia, vale mencionar que tenemos también la costumbre, en Septiembre,  de preparar los consabidos Chiles en Nogada, ardua tarea culinaria  que se ha empeñado Paco en mantener, por lo menos hasta el año pasado, platillo que compartimos con su familia y  hasta con la mía al cargar con los ingredientes hasta mi terruño, los cuales en esta ocasión por la epidemia quedaron sólo en un distante antojo más

Así pues, estos días de Septiembre, que está ya por terminar,  me ha remontado y transportado mentalmente a maravillosos sitios donde, sin importar algunos inconvenientes de viaje, hemos sido tan felices juntos; así como a actividades que también se complementan con nuestra convivencia como pareja. Ahora sólo me resta cuestionarme, si tanto viajes como actividades retomaremos algún día de manera normal, que no es lo mismo que la Nueva Normalidad, aclaro.

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