En este artículo, publicado originalmente en la edición digital de 17 aniversario de Libre en el Sur, que actualmente se encuentra en circulación, la concejal del PRI en la Alcaldía Benito Juárez anota que ante las omisiones gubernamentales, solo la sociedad civil será capaz de construir las alternativas.
POR FERNANDA BAYARDO SALIM
Ha pasado ya un mes desde que se declaró la emergencia por Covid-19 en nuestro país, 3 meses desde que la Organización Mundial de la Salud anunciara que se trataba de una emergencia de salud internacional, y aún no sabemos qué tan grave puede llegar a ser, ni mucho menos cuándo saldremos de esta situación.
Para muchas personas, la emergencia que hoy estamos viviendo ha significado una oportunidad para replantear nuestra forma de vida. Como concejal, trabajar desde casa ha sido todo un reto, pues la cercanía y el diálogo que siempre he buscado mantener con la gente, en las calles, ahora solo podemos tenerlos de manera virtual.
El encierro, sin duda, ha cambiado la forma en la que interactuamos con las personas en nuestras casas o con las que solo vemos en una pantalla. A través de la creatividad, nos ha permitido encontrar en la música, en los libros y hasta en la cocina, otras vías para expresarnos, para compartir y, sobre todo, para revalorar todo lo que la vida nos ha brindado.
Como lo he dicho en otras ocasiones, lo que vivimos hoy en Benito Juárez es una situación de privilegio frente al resto del país. Somos una sociedad informada y consciente y así hemos respondido, en lo individual y en lo colectivo. Sin embargo, sin gobiernos a la altura de las circunstancias, no tendremos soluciones prontas y eficaces ante los problemas que ya vivimos. Hoy, cuando más se necesita gobiernos fuertes y decididos a apoyar las causas de las y los mexicanos, es cuando menos los tenemos.
El escenario es muy grave. Instancias financieras como BBVA señalan que la austeridad y la falta de apoyos del gobierno ante la emergencia son una irresponsabilidad y pueden resultar en una década perdida para nuestra economía, llevándonos a perder más de un millón y medio de empleos. Sin empleo, seguramente habrá pobreza en muchos hogares, habrá violencia y habrá inseguridad.
Hace algunos días, Angela Merkel, canciller alemana, decía que este solo es el inicio de la crisis. De ser así, los momentos más críticos aún están por venir. Sin embargo, ante la incertidumbre y la desesperación que genera la inacción gubernamental, será la sociedad civil la encargada de construir alternativas distintas.
Hasta ahora, hemos visto canastas comunitarias, bonos para restaurantes, programas de consumo local, donaciones de material médico. Apoyemos esas iniciativas. Reconozcamos el esfuerzo y el trabajo de quienes las hacen posibles. Recuperarnos no será sencillo. Ninguna crisis lo ha sido. Pero si de algo estoy segura es que juntos encontraremos la salida.
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