Libre en el Sur

DAR LA VUELTA / Sin regresar al mismo espacio

Al dar la vuelta caben novedades, ilusiones, reflexiones o vacíos. La vuelta funciona porque salir descoloca. Se avanza lejos de una misma cuando una se desplaza; no en distancia, en perspectiva. Dar la vuelta implica una intervención vital en el ritmo, lo cual nos arroja hacia otra parte, con otra información.

POR ANA CECILIA TERRAZAS

Cuando alguien sale a dar la vuelta, generalmente, no se propone nada. Acaso, si hubiese alguna intención, estaría ubicada en el querer empujarnos hacia afuera, para salir un ratito de la rutina, para escapar o exceder momentáneamente la estructura que nos permite y reta, cada día, a levantarnos, hacer el quehacer cotidiano, dormirnos; levantarnos, hacer el quehacer cotidiano, dormirnos…

A ese paseo, le llamamos ingenua y esperanzadoramente dar la vuelta. Nunca se piense que la vuelta corresponde geométrica, física o matemáticamente al círculo perfecto. Por más que se quiera retornar al mismo sitio de donde partió no se vuelve nunca al mismo lugar.

Dar la vuelta implica un extravío en el sentidoen el que Walter Benjamin hablaba de quien se perdía en una ciudad[1]; en ese paseo cabe el desparpajo, la contemplación, el tiempo suspendido. En ese periplo pudiera acontecer el asombro para bien o para mal. Al dar la vuelta caben novedades, ilusiones, reflexiones o vacíos. La vuelta funciona porque salir descoloca.

No se trata de ir a ver qué se ve cuando se da la vuelta sino que, en ese tomar distancia del tiempo anterior a la vuelta, la mirada puede (o no) toparse con otro transcurrir temporal, el de un supuesto o anhelado afuera, aunque no se logre realmente salir de sí, de la subjetividad, del cuerpo, de la biografía, de la otra vuelta.

Y sí, a cambio, se avanza lejos de una misma cuando una se desplaza; no en distancia, en perspectiva. Dar la vuelta implica una intervención vital en el ritmo, lo cual nos arroja hacia otra parte, con otra información.

Hace casi dos décadas que existe Libre en el Sur, este diario local, riguroso, ético, profesional, honesto, constructo de dos colegas y amigos quienes han tenido, como siempre, la generosidad de abrirnos espacio a algunas personas para Dar la vuelta de la mano de quien nos lea cada domingo. Muchas gracias a Paco Ortiz Pardo y a Paco Ortiz Pinchetti, por acá andaremos.


[1] Walter Benjamin. https://journals.openedition.org/revestudsoc/46886

Compartir

comentarios

Salir de la versión móvil