“¿Quién recoge la basura? Se sabe que la basura la generamos entre todos, pero la verdad poca gente la coloca en dónde va y bueno, ni pensar jamás en encontrar alguien que recoja basura ajena”.
POR ANA CECILIA TERRAZAS
Dos preguntas arcaicas siguen vigentes en esta Ciudad, en este México nuestro, si se toman en consideración las condiciones actuales del globo terráqueo agotado para recibir más billones de toneladas de desechos producidos por nuestra especie al día: ¿en dónde ponemos la basura? y ¿quién la recoge? No son interrogantes arrojadas a una instancia de gobierno, son temas de los cuáles hay que hacernos cargo en lo individual y urgentemente.
Salir a dar un paseo con la basura tirada en las calles se convierte en un salto de obstáculos, es un slalom pleno de caras y gestos de asco porque se ve que por los senderos y trayectorias banquetísticas de alrededor hay quien ha lanzado y dejado ahí, en el piso, todo tipo de basura.
Esa basura, sin duda, atrae cucarachas, ratas, ardillas, roedores, etcétera; sobre todo aleja a las personas de un amable caminar y las imposibilita para regresar, recorrer con facilidad y agrado esos lugares por los que pasó.
De nuevo me pregunto con toda honestidad, con mucho menos ánimo de pleito que de verdadera curiosidad, qué pensará quien arroja la basura en la calle que ocurrirá con ésta: a) ¿nada? b) ¿todo? c) ¿no importa porque ya no estará esa persona ahí para ver el resultado? d) ¿mañana será otro día y se le puedo patear con el pie? e) ¿alguien más vendrá a recoger? f) ¿hay un servicio óptimo de limpieza de calles y banquetas en esta alcaldía “yo para qué me molesto”? g) ¿la basura se la lleva el viento? h) ¿a la basura la arrastrará la lluvia? i) ¿ni modo de llevarme la basura a mi casa o cargarla hasta que encuentre un bote?
Ningún pensamiento esbozado sonaría civilizado, ético, responsable ni ciudadano ¿no?
La segunda pregunta de la presente columna –que sirve para dar cuenta de los dilemas que se viven a cambio de habitar una metrópoli muy grande, poco educada en el cuidado de los espacios públicos, muy poblada, muy activa y atractiva– es ¿quién recoge la basura? Se sabe que la basura la generamos entre todos, pero la verdad poca gente la coloca en dónde va y bueno, ni pensar jamás en encontrar alguien que recoja basura ajena (ni quien esto escribe que tanto se queja y que pudiera hacerlo y lo intentará aunque la conflictúe). Habrá quien se complazca con no tirar basura en la calle, y por eso podemos medianamente sobrevivir aunque francamente, poca gente de esa de la que tira y tira, avienta, deja caer u orilla debajo de un poste o en un huequito en donde no se vea tanto, se hace cargo del principio básico que rezaba una campaña ochentera: “ponga la basura en su lugar”. Otro tema sería cuál es ese lugar tan propio en donde va o debe vivir la basura… Por lo pronto, en este dar la vuelta, lo dejamos hasta aquí.
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