Libre en el Sur

DAR LA VUELTA / De película

La amenaza de que pronto podría llegar el día cero para la Ciudad de México ya no parece ser la trama de una película.

POR ERNESTO LEE

Muchas películas de desastre y destrucción se desarrollan en la ciudad de Nueva York, en los Estados Unidos, desde King Kong hasta Godzilla, pasando por desastres naturales como inundaciones, huracanes, heladas, que destruyen la ciudad. Nueva York queda destruida . . . en la fantasía.

Últimamente siento estar viviendo, en la realidad, en un lugar donde suceden todas las calamidades y males posibles de una ciudad, más bien, de una Alcaldía, la Benito Juárez.

Hace apenas unos meses, la mayor preocupación que nos sobresaltó fueron los microsismos, un fenómeno nuevo, un concepto nuevo: hay microsismos y tienen lugar en una zona particular, en una franja plenamente identificada de la demarcación.

Conforme pasó el invierno, una nueva amenaza, esta sí, no es exclusiva de la Alcaldía, ni siquiera de toda la Ciudad de México, sino del país entero: la inminente falta de agua. Zonas de la ciudad que llevan meses, sí, meses, sin recibir una gota. Las protestas ciudadanas no se hicieron esperar y crecieron en número. La amenaza de que pronto podría llegar el día cero para la Ciudad de México ya no parece ser la trama de una película.

La falta de agua viene acompañada de unas intensas olas de calor; llegar, en la Ciudad de México, a los 34.2 grados Centígrados es alcanzar niveles insospechados y se siguen rompiendo récords. Hay que tomar precauciones para evitar la fatiga por calor o, en el peor de los casos, un golpe de calor, que puede llegar a ser mortal.

En este contexto, la ciudad ha tenido muchos días con mala calidad del aire, contingencias ambientales que nos libran de algunos autos un par de días, pero que no evitan que sigamos respirando todo tipo de basura. La Alcaldía Benito Juárez, no se escapa a estar entre las zonas donde prevalece la mala calidad del aire.

Por si fuera poco, recientemente algunos vecinos de la Alcaldía empezaron a percibir que el agua que llegaba a sus hogares no cumplía con las características del agua potable: inodora, incolora y sin sabor. Aunque yo creo que ya casi nadie toma agua del grifo, el olor y el color extraño pusieron en alerta a los ciudadanos.

En un principio, las medidas de emergencia las tomamos los ciudadanos con un poco de sentido común, dejar de utilizar en agua de la llave para cocinar, no darla a beber a las mascotas y tratar de informarse qué estaba pasando y cómo solucionarlo. Días después, las autoridades finalmente tomaron algunas acciones y dieron algunas posibles explicaciones. Lamentablemente, los días han pasado y las incógnitas persisten.

La Alcaldía Benito Juárez no es la ciudad de Nueva York, pero aquí, a diferencia de la Gran Manzana, las calamidades son reales y no parte del argumento de una película.

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