STAFF / LIBRE EN EL SUR
Un estudio de la Universidad Iberoamericana revela que tres de cada diez mexicanos presentan niveles altos de “ansiedad severa” y casi la cuarta parte de la población adulta padece depresión.
De acuerdo con los resultados de la encuesta Encovid 19, realizada por el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE) de dicha universidad, el drama de la salud mental en estos tiempos de coronavirus es aún mayor entre los más pobres, pues la ansiedad severa alcanza prácticamente a cuatro de cada diez personas mayores de 18 años (39.3% en mayo y 35.3% en julio).
En contraste, dos de cada diez adultos del nivel socioeconómico más alto padece ansiedad severa, aunque en este sector va en aumento (21.2% en abril y 24.5% en julio)
En el mes de julio, 29.9% de miembros de clase media dijo tener signos de ansiedad, que fueron medidos con una batería de preguntas con lenguaje coloquial o costumbrista, como la expresión de “tener ganas de jalarse los pelos”.
“Desde el primer levantamiento de la ENCOVID-19, uno de los aspectos más preocupantes son los altos niveles observados de ansiedad y depresión”, concluye el estudio.
Los niveles de ansiedad en la población se han mantenido en niveles altos, pues aproximadamente tres de cada 10 individuos de 18 años o más presentaron síntomas severos de ansiedad en junio (32.5%) y julio (30.9%).
La investigación de la Ibero determinó que también los más pobres padecen niveles mayores de depresión, que alcanzan a la tercera parte de su población mayor de 18 años (34.9% en abril y 29.3 en julio).
En contraste, los datos resultantes de julio establecieron que únicamente el 13.1% de los adultos con nivel socioeconómico alto sufre depresión.
La Organización Mundial de la Salud ha calculado que más de 300 millones de personas en el mundo sufren depresión; una de cada 4 personas la padecerá en algún momento de su vida pero sólo un tercio del total buscará ayuda profesional.
Particularmente en México, el INEGI ha contabilizado 34.85 millones de personas con depresión y de estas, únicamente 1.63 millones toman antidepresivos o recibe algún tipo de tratamiento alterno.
Asimismo, el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM sostiene que 15 de cada 100 mexicanos entre 18 y 65 años sufrirá depresión, pero sólo tres de ellos recibirán la ayuda profesional adecuada.
Eso se debe a que en México únicamente hay 22 instituciones con especialidad de psiquiatría y, además, hay 3 psiquiatras por cada 10000 mexicanos. Pese a las cifras altas y aunque se cuenta con un programa de acción especifico a nivel nacional, la labor aún es muy grande porque apenas se destina el 2% del presupuesto federal en materia de salud para atender este problema.
Gerome Breen, investigador del Departamento de Genética Social y Psiquiatría del Desarrollo del King’s College de Londres, señala, el mayor obstáculo para la salud mental son los estigmas y tabúes, pues las personas con depresión deben enfrentar no sólo las complicaciones de su padecimiento sino también la marginación social, económica y laboral.
En las personas está la creencia de que la depresión es un problema menor y puede curarse por pura voluntad propia, solo con “echarle ganas”, pero esto a menudo sólo genera más estrés y frustración en los enfermos y dificulta su recuperación, agrega Breen.
(Con información de Notipress)
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