EDITORIAL/Tiempo de contrastes
El calendario es inexacto en la capital. El otoño, en la CDMX, no es sinónimo de clima gélido, como ocurre en otras latitudes, sino de contraste agudo y transiciones dramáticas. Esta verdad meteorológica define nuestro código de vestimenta: la clave no es abrigarse de forma estática, sino dominar el arte de las capas inteligentes. La moda de noviembre es la de la funcionalidad urbana: un trench coat abierto a mediodía, un chaleco de plumón bajo una chaqueta de mezclilla, y la bufanda de lana reservada estratégicamente para el helado anochecer. Esta paleta funcional, dominada por grises, azules marinos y tonos tierra, que facilita la movilidad en el transporte público o a pie, se rompe violentamente con la estética profunda y vibrante del Día de Muertos. De pronto, el street style se llena del naranja encendido del cempasúchil que inunda los mercados de Xochimilco y la romería de Reforma, proyectando un calor visual que el sol ya no ofrece. Esta explosión cromática es vital: pero el elemento de mayor impacto es la influencia de la Catrina. Ella se erige como la musa ineludible que dicta la elegancia de la calavera. El luto sale de la solemnidad y se transforma en “luto chic”: sombreros amplios de ala rígida, velos de encaje, guantes largos y la base ineludible del total black se vuelven la tendencia más poderosa del fin de semana. No es un disfraz, es un uniforme de sofisticación sombría y audaz que se adopta con seriedad y estilo. Este mes, la indumentaria refleja una tensión esencial en la cultura capitalina. Es el equilibrio entre la pragmática necesidad de estar cómodos para el trajín diario y la obligación cultural de vestirse para la trascendencia. Es la única estación donde la ropa de transición nos prepara simultáneamente para una reunión de trabajo y para la fiesta más grande que celebra la memoria. Se trata de un equilibrio delicado y profundamente chilango: solo en esta ciudad, la ropa de transición nos prepara para la fiesta de la eternidad y la elegancia de la huesuda. Quien domina el arte de las capas, domina el noviembre capitalino. Moda, prendas, recuerdos, tradiciones, de todo eso hablamos en nuestra edición de noviembre.
