La mitad del mundo: las mujeres que sostienen el universo indígena llegan a Madrid

Foto: Especial
Una exposición sin precedentes revela la fuerza femenina en las culturas originarias de México
Más de 450 piezas viajan al Museo Arqueológico Nacional y otras tres sedes de la capital española.
STAFF / LIBRE EN EL SUR
Madrid se prepara para recibir un testimonio sin precedentes de la historia que ha latido bajo los códices y los templos del México antiguo. A partir del 31 de octubre, el Museo Arqueológico Nacional (MAN), situado en el elegante barrio de Salamanca, frente a la Plaza de Colón, abrirá sus puertas a la exposición La mitad del mundo. La mujer en el México indígena, un proyecto monumental que reúne más de 450 piezas provenientes de colecciones distribuidas en todo México.
No se trata solo de una exposición arqueológica. Es un acto de memoria y de justicia. En las manos de barro, en los tocados de jade, en los tejidos que resisten el tiempo, hay una revelación: las mujeres fueron y siguen siendo la columna invisible del mundo indígena. Este recorrido – que se enmarca en el Año de la Mujer Indígena en México – traza una ruta íntima y política al mismo tiempo, donde el arte, la religión y la vida cotidiana se entrelazan para reconstruir la historia de quienes sostuvieron la civilización desde la sombra.
Un diálogo cultural que cruza el Atlántico y supera viejas heridas
La iniciativa no surge en el vacío: tiene raíces profundas en un conflicto diplomático que marcó el sexenio anterior del presidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024). En marzo de 2019, López Obrador envió una carta al monarca español Felipe VI solicitando una disculpa pública del Estado español por los “agravios” cometidos durante la conquista y la colonia mexicana, advirtiendo que “se vulneraron derechos individuales y colectivos” que con mirada contemporánea “deben asumirse como atentados” a los principios que rigen ambas naciones.
El Gobierno español no respondió directamente a la misiva. Esta falta de respuesta se interpretó en Ciudad de México como una falta de reconocimiento simbólico profunda.
Ahora, la actual presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha retomado la cuestión del perdón como marco de esta nueva colaboración cultural. Aunque ha insistido en que la relación bilateral con España “es buena y no tiene por qué cambiar”, ha afirmado que “todavía hay tiempo” para que el perdón engrandezca a quien lo ofrece y a quien lo otorga.
En ese contexto, esta exposición nace como un puente. No sólo se trata de presentar piezas arqueológicas, sino de establecer un vínculo donde el Gobierno español reivindica el valor cultural de las civilizaciones originarias de México, al formar parte de la muestra junto al Gobierno mexicano. Esta alianza pone el acento en reconocimiento y colaboración, más que en confrontación.
El MAN será la sede principal, con 250 piezas que ocuparán 600 metros cuadrados en la sección El ámbito humano, dedicada a explorar el papel social y doméstico de las mujeres en el México prehispánico: agricultoras, ceramistas, parteras, tejedoras, transmisoras de conocimiento. Pero la exposición no se detiene ahí: se despliega en cuatro espacios de la capital española, cada uno como un eco de esa mitad del mundo.
En la Casa de México en España, la sección El ámbito divino se adentra en las prácticas espirituales y rituales femeninas. En el Instituto Cervantes, Historias tejidas rinde homenaje a las tejedoras que transformaron el hilo en lenguaje. Y en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza reserva su tesoro mayor: la muestra Señora Tz’aka’ab Ahaw, la Reina Roja de Palenque, un impresionante ajuar funerario de una gobernanta maya del siglo VII, símbolo del poder político y simbólico de las élites femeninas precolombinas.
Una arqueología del alma femenina y un gesto diplomático renovado
Organizada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en colaboración con la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), la exposición es también el resultado de un trabajo de años entre arqueólogos, antropólogos, artistas y museógrafos de ambos países.
En los vitrales del MAN, la luz madrileña se derramará sobre los rostros de barro modelados hace más de mil años. Mujeres con tocados, con hijos en brazos, con instrumentos de ofrenda o herramientas de trabajo. En sus expresiones hay ternura, pero también una fuerza silenciosa que desmiente la idea de la pasividad femenina en las culturas originarias.
Por primera vez, varias de estas piezas salen de México, lo que convierte a la muestra en un acontecimiento histórico y diplomático. No es casual que llegue después de los esfuerzos de colaboración cultural y diplomática entablados por el gobierno de Sheinbaum con España. Tal gesto cultural se plantea como una forma de reparación simbólica, pero también de nuevo comienzo: un vínculo basado no en los agravios del pasado, sino en el reconocimiento mutuo.
‘La mitad del mundo. La mujer en el México indígena’ permanecerá abierta en Madrid hasta finales de marzo de 2026. Y al salir, entre las salas del Thyssen o los muros del Cervantes, será difícil no sentir que el título deja de ser metáfora: la mitad del mundo, efectivamente, tiene rostro de mujer.