En la iniciativa de Morena no se modifica el régimen de propiedad ni se congelan las rentas: Tampoco se reconoce a las personas invasoras como sujetos de derecho.
POR MARCO ANTONIO ROMERO SARABIA
El 8 de julio las diputadas Martha Ávila y Valentina Batres presentaron una iniciativa, impulsada por organizaciones sociales y civiles, para discutir formalmente la posibilidad de reformar el Código Civil en materia de arrendamiento de vivienda. Esta iniciativa inicia un debate necesario en una Ciudad donde el 30% de la población renta la vivienda y solo el 41% cuenta con un contrato por escrito.
Esta iniciativa busca atender este problema mediante cuatro propuestas: (1) Incentivar los contratos escritos de arrendamiento; 2) Derechos de inquilinos y “caseros”; 3) Mecanismos de atención a desalojos y 4) Mediación para renegociar en casos de fuerza mayor.
La reacción del bloque conservador en la Ciudad de México no se hizo esperar al denunciar que Morena estaba impulsando el fin de la propiedad privada. ¡LA PROPIEDAD PRIVADA!
No extrañan estos mensajes porque siguen sin superar el aplastante triunfo del movimiento transformador y se ven reducidos a los mensajes de siempre que acusan al gobierno de ser comunista (lo que sea que entiendan).
La semana pasada en “De Coto con la Soto” (programa semanal en el que participamos su servidor y la Diputada Paula Soto para dar atención a las vecinas y vecinos) tuvimos como invitada especial a la Diputada Batres para contestar a dudas e inquietudes de este tema polémico.
En la emisión que tuvo una duración de 2 horas y media y en la que se recibieron más de 300 comentarios se insistió en lo siguiente: No se imponen obligaciones de alquiler sin consentimiento, no se modifica el régimen de propiedad (ya no seremos Venezuela), no se congelan las rentas (otro tema que vale la pena discutir) ni se reconoce a las personas invasoras como sujetos de derecho.
La iniciativa es perfectible y su importancia radica en llevar al debate público el tema de vivienda, uno de los más rezagados en los últimos años.
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