Los héroes
Puesto de banderas en la colonia Portales. Foto: Francisco Ortiz Pardo
“Ahora los héroes serán otros no sólo para mantener a la patria unida y creciendo sino para hacer frente al desastre climático que ya está aquí y que se avecina”
POR LUIS MAC GREGOR ARROYO
Se dice que la historia siempre nos enseña algo. Hay quienes manejan la teoría de que las lecciones de una época se repiten en otra, con la diferencia de que las circunstancias que las provocan cambian y sus consecuencias tienden a cierta evolución. Tal vez es cómo la misma teoría de Charles Darwin y así como ocurren cambios en el físico de los animales al paso del tiempo, también ocurren en la historia. Si estos cambios son causados por una inteligencia universal o por el mero azar eso ya depende de la perspectiva de cada quien.
Como sea aquí estamos en septiembre, el mes patrio, cuando los edificios públicos se visten de gala luciendo adornos con los colores de la bandera. Finalmente es el mes en que se celebra la independencia del país. Sin embargo, los héroes patrios son muchos más que Miguel Hidalgo y Costilla, José María Morelos y Pavón, Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide; están los de la revolución: Francisco I. Madero, Emiliano Zapata, Francisco Villa, los de la Guerra de Reforma: Benito Juárez, José Santos Degollado y muchos otros más.
Ahora recuerdo mis años mozos, cuando mi interés por la historia provino de una clase en la preparatoria. La última clase con la docente me abrió un nuevo panorama. El programa de estudios incluía lo ocurrido en Grecia, Roma, la Edad Media, la Revolución Industrial, la Independencia de México y la de Estados Unidos, las dos Guerras Mundiales y un poquito del México contemporáneo. Pero en esa clase última, cuando los temas del temario estaban agotados nos habló de la situación de Sudamérica, mencionando la dictadura de Augusto Pinochet, en Chile; y la del Proceso de Reorganización Nacional, en Argentina.
Esto abrió mi visión del mundo a un panorama que había permanecido ignorado por mí aunque, era comprensible que con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el poder no se hablara mucho de esos temas en las escuelas. El poder del tricolor era incuestionable en el país y como dijera el escritor peruano María Vargas Llosa aquí vivíamos en una dictadura, la cual cambiaba de dirigente cada seis años. Razón por la cual no era recomendable de hablar de movimientos militares en los países del sur del continente americano.
Un año después la maestra que tuve en Historia de México nos recomendó una serie de ocho libros escritos por Enrique Krauze, titulada Biografía del Poder, la cual me acercó a conocer algunos de los líderes históricos del país. Sin embargo, en la universidad, eso sólo me llevó ser sobresaltado cuando el maestro en turno escuchó mi afirmación de que Venustiano Carranza había sido asesinado y él, para lucirse ante una estudiante que estaba en la universidad en lo que encontraba marido, me reprendió injustamente negando que el personaje revolucionario hubiera sido asesinado. Por lo que veía mis aprendizajes de preparatoria no me habían preparado para pasar con bandera de tarugo en la universidad, pero esa es otra historia.
Cuando había terminado todos mis estudios compré otros libros de Enrique Krauze: Siglo de caudillos y La presidencia imperial, permitiéndome dar un recorrido por casi todos los mandatarios que habían estado dirigiendo la nación.
Más adelante, si mal no recuerdo, fue en la presidencia de Ernesto Zedillo Ponce de León cuando el mes patrio cobró relevancia. También fue cuando el país necesitaba un empuje patriótico tras la devaluación de fines de 1994, razón por la cual se pusieron banderas monumentales todo a lo largo del país.
“Curiosamente los héroes nacionales parecen no ir más lejos del General Lázaro Cárdenas del Río; pero no es así”, pienso mientras camino por la ciudad y veo una de las banderas monumentales. Sí, tal vez haya héroes controvertidos pero héroes al fin, tal vez Zedillo fue uno de ellos, recuperó al país de una de sus peores crisis económicas, salvo el petróleo mexicano de caer en garras de los estadounidenses cuando lo puso como garantía si no se pagaba cierta deuda de la nación y permitió que la democracia reinara en las elecciones presidenciales de su sexenio… bueno, tal vez es un casi héroe, pues nos dejó el Fobaproa, el cual seguimos pagando al extranjero hasta quién sabe cuándo.
Bueno ahí están también quienes estuvieron en el movimiento del 68 en México… Desconozco bastante de ese movimiento pero, definitivamente, la represión brutal a la que dieron frente no se justifica de ninguna manera.
También están quienes desafiaron al poder omnipotente del PRI de entonces en las elecciones de 1988 como Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Manuel J. Clouhtier… Y ahora a quién tenemos de héroe. Tal vez es el mejor tiempo para ello, la hora de la verdad: Ahora los héroes serán otros no sólo para mantener a la patria unida y creciendo sino para hacer frente al desastre climático que ya está aquí y que se avecina. Ya no es posible dar marcha atrás, pero al menos, tal vez, logremos sobrevivir: Y, entonces, los héroes seremos nosotros.