Ciudad de México, octubre 8, 2025 16:57
Revista Digital Octubre 2025

EL ÁLBUM / Herencia cultural: Los mercados

Lo que se ha mantenido al paso de los siglos, es esta necesidad por acudir a un mercado para comprar desde lo más básico para alimentarse, hasta encontrar herramienta, cerámica o los productos típicos de cada región.

ADRIÁN CASASOLA

Teniendo como base ancestral el tianquistli, vocablo náhuatl que significa “mercado”, y que obviamente derivó a la palabra tianguis, podemos descubrir la conexión tan fuerte de esta maravillosa herencia cultural con nuestro presente.

FOTO 1: Mercado popular en Guadalupe, Hidalgo. Autor: Hugo Brehme, circa 1910

Las fotografías de Hugo Brehme nos muestran momentos congelados en el tiempo, capturados a principios del siglo XX, y en donde seguramente nos veremos reflejados. Nuestros antepasados recurrían al trueque para intercambiar todo tipo de enseres, animales, comida e instrumentos de labranza previo a la llegada de los españoles al territorio que hoy conocemos como México.

FOTO 2: Mercado típico en el Estado de México. Autor: Hugo Brehme, circa 1910

Al transcurrir de los años y los siglos hubo muchos cambios en las estructuras políticas y económicas del país. A principios del siglo XX no era lo mismo acudir a un mercado cerca del mar, donde los pescados y mariscos estaban recién capturados y frescos, a otro cercano o dentro de la Ciudad de México, en donde se podían hallar herramientas metálicas, molcajetes y sombreros o mecates. O bien, un tianguis en algún otro estado del país, donde podían encontrarse venta de animales de granja, hierbas medicinales o jarciería, la cual ya es muy escasa en nuestros días. Y eso sí, todos tienen en común varios aspectos que a veces por la miopía de la costumbre, olvidamos casi por completo.

FOTO 3: Vista panorámica del mercado de Mazatlán, Sinaloa. Autor: Hugo Brehme, circa 1910

Todos los mercados atraen gran cantidad de gente. La mayoría de los vendedores gritarán y propondrán sus productos. Habrá un grupo de músicos con distintos instrumentos distintos, dependiendo de la región, que reciben propinas luego de un par de canciones. La comida siempre será deliciosa y por lo general, muy picante. Al lado de estos puestos siempre tenemos la presencia de perros, buscando un poco de comida donada por los comensales o si llega a caer algo del plato al suelo. Habrá ofertas especiales en caso de una venta en pequeño mayoreo, como también habrá regateo, tratando de obtener el mejor trato y ahorrar unos centavos.

FOTO 4: Un mercado en Tehuantepec, Oaxaca. Autor: Hugo Brehme, circa 1910
FOTO 5: Vista parcial del Mercado “El Volador” en la Ciudad de México. Autor: Hugo Brehme, circa 1908

Toda esta riqueza cultural que a menudo olvidamos es una fuente casi infinita de recursos, recuerdos y tradiciones. Y si no me creen, vean la foto 2 del lado derecho: al observar el lado derecho de la imagen, ¿ya recordaron que a muchos de nosotros nos daban Emulsión de Scott para crecer sanos y fuertes? ¡Creo que ustedes y yo desbloqueamos un recuerdo!

Visiten nuestra Galería Casasola en Calle Benito Juárez 2D, San Ángel de lunes a domingo.

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